martes, 18 de noviembre de 2014

Más de 14.000 personas son atendidas por problemas de alcohol en la red de centros de Andalucía.

Calle Camino de Arjonilla, en Lopera.
El pasado día 15 de noviembre se celebró el Día Mundial Sin Alcohol. Un total de 14.406 personas -11.617 hombres y 2.788 mujeres- se encuentran en tratamiento en Andalucía por problemas de alcohol en alguno de los 176 centros de la red asistencial para la desintoxicación, deshabituación e incorporación social, diez de ellos específicos de tratamiento de la alcoholemia. En el mismo periodo de 2013, fueron 14.799 personas en tratamiento, lo que representa una leve disminución de la incidencia de una droga que, aunque legal, es la que más problemas provoca. Además, se trata desde 2005 de la sustancia que más admisiones a tratamiento genera, hasta concentrar el 31,15% de las 17.828 personas admitidas por todas las adicciones.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha querido destacar, con motivo de la celebración el 15 de noviembre del Día Internacional contra el Abuso del Alcohol, la importancia de la prevención, sobre todo entre la población joven, y ha resaltado la labor que se realiza en los centros asistenciales de la comunidad andaluza. Sánchez Rubio ha hecho también un llamamiento sobre la importancia de la concienciación acerca de un problema que, además de social, es de salud pública.
Según los datos que maneja la Dirección General de Servicios Sociales y Atención a la Drogodependencia, el perfil medio de la persona que acude a la red de asistencial es un varón, de 45 años, en paro (46,91%), con estudios primarios o inferiores (63,42%) y con familia propia (47,60%). La persona adicta al alcohol acude a tratamiento por iniciativa propia en un 36,61% de las ocasiones, el 29,36% por indicación de los servicios sanitarios y el 21,44% por consejo de familia o amigos. Además, el 54,3% de las personas alcohólicas admitidas a tratamiento en este ejercicio no ha recibido tratamiento previo, lo que indica que más de la mitad son pacientes nuevos.
Ante este problema, la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, a través del Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones, incluye como áreas de actuación la prevención del consumo y la atención de aquellas personas que hayan establecido una dependencia al alcohol.
La prevención de las drogodependencias y adicciones en los centros educativos de Andalucía es uno de los pilares de la política de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. Tiene entre sus objetivos conseguir que el alumnado desarrolle hábitos y costumbres saludables, que los valoren como uno de los aspectos básicos de la calidad de vida y que rechacen las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición de un bienestar físico y mental.
Además, existe en Andalucía un programa para la Prevención Comunitaria de las Drogodependencias y Adicciones, que se realiza a través del Programa Ciudades ante las Drogas. Su financiación, compartida con los municipios, se articula a través de subvenciones anuales. Tiene como principal objetivo reducir o paliar el uso y el abuso de sustancias y otras adicciones en población joven, así como en otros colectivos de riesgo, a través de la puesta en marcha de proyectos adaptados a la realidad local de los municipios andaluces participantes.
Desde 'Ciudades ante las Drogas' se llevan a cabo actividades en colaboración con la comunidad educativa. Durante el año 2013 se han notificado 515 acciones de las que el 60% es formativa, seguidas por las divulgativas o de sensibilización, con un 24,86 %. Han participado en estas acciones 138.009 personas.
Estas acciones combinan una prevención integral con la prevención específica, que se refiere a las intervenciones que se adecuan a los grupos poblacionales según patrones de consumo, factores sociales y culturales, etc. Ambas deben sustentarse en el diagnóstico de la realidad local existente en cada municipio. Cuando las actividades se han orientado a la prevención de una sustancia concreta, ésta ha sido con mayor frecuencia el alcohol seguido del tabaco, cannabis, otras adicciones, cocaína y éxtasis y otras drogas de síntesis.