sábado, 4 de junio de 2016

Tráfico pone en marcha una campaña para controlar el consumo de alcohol y drogas por los conductores.

El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, ha presentado esta campaña, acompañado por el jefe provincial de Tráfico, Juan Diego Ramírez.
La Dirección General de Tráfico va a poner en marcha el próximo lunes, día 6, una nueva campaña de vigilancia del consumo de alcohol y drogas entre los conductores, que se desarrollará hasta el domingo, día 12 de junio. Los resultados revelan que el aumento de los controles preventivos está favoreciendo un cambio de comportamiento de los ciudadanos sobre esta materia, logrando reducir considerablemente el número de automovilistas que conducen bajo los efectos del alcohol.
A lo largo del año 2015, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizaron en las carreteras de la provincia 78.873 controles de alcoholemia, de los cuales 1.058 dieron positivo (el 1,34%). También efectuaron 2.457 controles de droga, de los que resultaron que 611 de los conductores (esto es, casi el 25%) conducían bajo los efectos de algún tipo de estupefacientes, en su mayor parte cocaína o cannabis.
Esta última circunstancia ha motivado que en esta campaña se vaya a prestar especial dedicación a las inspecciones aleatorias del consumo de drogas, que tiene unos efectos más prolongados que el alcohol y unas secuelas mayores. De esta forma se pretende que al menos uno de cada cuatro controles que realice la Guardia Civil sea para determinar si el conductor ha consumido estupefacientes.
El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, que ha presentado hoy la campaña, acompañado por el jefe provincial de Tráfico, Juan Diego Ramírez, ha empezado por expresar su preocupación por el alto porcentaje de conductores sorprendidos tras haber consumido droga  y, por otra parte, ha incidido en la necesidad de bajar del 1% los positivos de alcoholemia en los controles, tal como establece la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, para lo que se han diseñado una serie de intervenciones para combatir la ingesta de alcohol y drogas durante la conducción.
Como han explicado Juan Lillo y Juan Diego Ramírez se trataría de desarrollar programas de reincidentes en el consumo de estos productos, la planificación de controles de drogas o abordar modificaciones normativas en relación al consumo de estas substancias. Todo ello dentro de una amplia campaña cuyo objetivo es reducir la estadística que refleja que alrededor del 25% de las muertes en carretera y dos de cada tres delitos cometidos contra la seguridad vial están relacionados con el alcohol o los estupefacientes.
Por todo ello han insistido en la idea de que aunque el conductor se crea en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol está multiplicando el riesgo de sufrir un accidente, y además el alcohol no sólo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. El consejo es que se trate de impedir que las personas que hayan bebido o tomado droga cojan el volante y que en todo caso nunca se suba al coche con ellas.
También se han referido a “los mitos y falsas creencias” sobre los controles de alcoholemia, y han negado la supuesta eficacia de trucos para engañar las pruebas de alcoholemia y dar negativo, asegurando que es del todo punto imposible adulterar los resultados de las mismas. Entre los trucos más citados figuran beber café, tomar caramelo o chicle, beber agua, tomar hielo, azúcar o pasta de dientes, beber aceite o leche… El resultado es que, como asegura la DGT, “no valen trucos ni extraños inventos para intentar saltarse la norma”.
Por último han comentado los peligros que encierra el exceso de alcohol para los usuarios de la vía pública, pues el peatón, como usuario más débil de la vía, necesita estar en pleno uso de sus facultades para no correr riesgos: menor percepción de su entorno, pérdida de visión, mayor asunción de riesgos, son consecuencias que se derivan del consumo de alcohol o drogas, aumentando la posibilidad de sufrir un atropello.
Como es habitual, desde la Jefatura Provincial de Tráfico se ha pedido a los ayuntamientos de la provincia que colaboren en esta campaña con su Policía Local para concienciar a los conductores a que no cojan el coche si han bebido ni aún en los trayectos pequeños, ya que es en vías urbanas donde se produce un alto porcentaje de accidentes a consecuencia del alcohol, en los que en buena parte están implicados peatones.