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Grupo de loperanas y loperanos antes de iniciar la marcha. Foto: Ana Huertas. |
Un nutrido grupo de loperanos y loperanas han participado hoy en la Marcha contra el Cáncer de Mama. La
marcha partió desde la explanada del Castillo para recorrer algunas calles de la localidad.
La lucha contra el cáncer es uno de los movimientos más
activos y necesarios en la actualidad, por el gran número de familias a las que
esta enfermedad ha llamado a su puerta. Las actividades programadas hicieron más visible esta lucha comprometida
con la investigación, el compromiso y la solidaridad con un colectivo que sigue
luchando día a día por la erradicación del cáncer.
Este
acto estuvo organizado por la Asociación Cultural La Paz, en
colaboración con AJICAM y la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de
Lopera.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en las mujeres
andaluzas. Con los conocimientos disponibles en la actualidad no es
posible llevar a cabo medidas para evitar que la enfermedad aparezca,
pero se puede detectar en fases tempranas cuando aún no ha producido
síntomas y, aplicando el tratamiento adecuado, conseguir mejorar el
pronóstico y aumentar la supervivencia.
La forma más eficaz de detectar precozmente el cáncer de mama es
realizar mamografías periódicas a mujeres de una determinada franja de
edad, en las que aún no se han presentado síntomas.
Los factores de riesgo de esta enfermedad es fundamentalmente el sexo
(se da en mujeres, siendo muy raro que aparezca en hombres, a los que
afecta en menos del 1%), la edad (el riesgo de aparición aumenta con la
edad), antecedentes familiares y otros factores de riesgo de menor
relevancia, como el inicio de la primera menstruación precozmente
(menarquia precoz), la retirada de la menstruación en edades avanzadas
(menopausia tardía), edad avanzada del primer embarazo a término, la
obesidad, consumo de alcohol, falta de ejercicio físico… alarma destacan la existencia de bulto o nódulo en
la mama, la secreción por un solo pezón y por un solo orificio o
alteraciones de la piel de la mama sobre todo de la zona areola o pezón
(dureza, ulceración, retracción…). Estos síntomas pueden ser
descubiertos por autoexploración de la propia mujer o por exploración
realizada por profesional sanitario.