Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Foto: Min. Trabajo. |
El Consejo de Ministros, en su reunión de ayer y a propuesta de la
ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio,
ha aprobado un Acuerdo por el que se aprueba el Plan de Choque por el
Empleo Joven 2019-2021. Un Plan que ha recibido el respaldo unánime de
la mesa de diálogo social y que prevé, entre otros resultados, reducir
la tasa de paro juvenil hasta el 23,5%, y que 168.000 desempleados
menores de 25 años se incorporen al mercado laboral.
La ministra se ha referido a la juventud como futuro de la sociedad y
motor de cambio y hoy está afectada por serias dificultades para su
inserción en el mercado de trabajo. El Gobierno, consciente de su
obligación con las personas jóvenes por ser el capital humano más
valioso de la sociedad, ha desarrollado mediante este Plan, un nuevo
modelo que dote de instrumentos, medios y oportunidades para el
crecimiento personal y profesional de la juventud.
Los problemas que afectan al colectivo de personas jóvenes requieren,
según Valerio, la puesta en marcha de medidas que permitan conseguir
una mejora de la integración laboral, fomentar la Formación Profesional,
combatir el abandono escolar temprano, impulsar la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, promover el autoempleo y el
emprendimiento, mejorar la gestión del Sistema Nacional de Garantía
Juvenil, y promover la colaboración entre los interlocutores sociales, y
las CCAA, entre otras.
Asimismo, el Plan se centra en los colectivos más vulnerables, con
acciones que actúen sobre la brecha de género, el entorno rural y el
reto demográfico, la población joven migrante, y que tengan en cuenta
los cambios sociales y tecnológicos.
Las medidas que recoge tienen que ver con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de la Agenda 2030 y sirven para alcanzar la Meta 8.6: De
aquí a 2020, reducir considerablemente la proporción de jóvenes que no
están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación.
Además, se trata de un Plan desarrollado con una metodología
participativa y consensuado con las CCAA y con los agendes sociales, que
han dado su apoyo explícito al plan a través de un acuerdo de la mesa
de diálogo social. También ha contado con la participación de las
Entidades Locales, de los interlocutores económicos, y con entidades
responsables de juventud, mujer, educación y servicios sociales, entre
otros.
Objetivos del Plan:
– Establecer un marco laboral de calidad en el empleo y la dignidad en el trabajo.
– Hacer protagonistas a las personas jóvenes de su proceso de inserción laboral y cualificación.
– Incrementar la cualificación e inserción laboral dotando a los jóvenes de más competencias profesionales.
– Fomentar un nuevo modelo económico basado en la productividad y el valor añadido.
– Dotar a los Servicios Públicos de Empleo de los medios y recursos para prestar una atención adecuada e individualizada.
– Eliminar la segregación horizontal y la brecha salarial de género
– Combatir el efecto desánimo de los jóvenes
– Prestar especial atención a los colectivos más vulnerables (migrantes, parados de larga duración, personas con discapacidad, etc).
Resultados que se prevé lograr:
– Reducir la tasa de paro juvenil hasta el 23,5 %, en los tres años de vigencia, disminuyendo en 168.000 el número de personas jóvenes menores de 25 años en paro.
– Incrementar la tasa de actividad de personas jóvenes entre 20 y 29 años hasta el 73,5%.
– Reducir en un 20% la actual brecha de género en el paro registrado de personas menores de 30 años.
– Incrementar cada año un 15% el número de contrataciones indefinidas, alcanzando durante el conjunto de los tres años 2.900.000 de contrataciones.
– Conseguir que, al menos, un 43% (100.000) de las personas jóvenes inscritas como desempleadas y, que no disponen de titulación en Educación Secundaria Obligatoria, adquieran mediante programas de formación las competencias clave en Lengua y Matemáticas. Fomentar la formación en competencias lingüísticas.
– Lograr que, al menos, 225.000 jóvenes se formen en competencias digitales, el 75% en competencias básicas y el 25% en competencias superiores, que supone un 40% y 38% respectivamente de la población joven menor de 30 años.
– Formar a un 25% (40.000) de las personas jóvenes en competencias de sectores estratégicos (un 25% del colectivo de personas jóvenes con Estudios Superiores y de FP).