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Una imagen de la Policía Nacional. Foto: Policía Nacional. |
La Policía Nacional advierte a los ciudadanos con motivo de la cercanía
de las fiestas navideñas, que desconfíen de supuestos “chollos” que se
ofertan en páginas desconocidas de Internet o por particulares a través
de webs de compra-venta y anuncios en plataformas muy utilizadas. El
aumento de la oferta de comercio electrónico ha traído consigo un
incremento en los intentos de fraude por los delincuentes en los
productos y páginas más visitados por los internautas.
Los investigadores policiales previenen a los compradores online ante
el incremento de páginas web de comercio electrónico, ofertas y
anuncios de pticulares -en ocasiones utilizados por los delincuentes
para albergar intentos de fraude- y recomiendan comprobar la fiabilidad
del vendedor.
Los especialistas señalan que esas tentativas de estafa se dan
especialmente con el gancho de falsas gangas ofrecidas en páginas, foros
o anuncios en artículos o servicios buscados de forma masiva por los
internautas: los smartphones o móviles de última generación, los gadgets
o artículos de electrónica de consumo más demandados y complementos de
estos aparatos, videojuegos, así como con vehículos de segunda mano o
prendas y objetos muy caros (teóricamente con un descuento irrechazable)
o de marcas muy elitistas a un precio “tirado”.
Los agentes especializados en delitos cibernéticos constatan que los
estafadores hacen supuestas ofertas de empleo muy atractivas (cómodo,
pues en teoría se puede hacer desde casa; accesible, ya que no piden
requisitos físicos o titulaciones especiales; compatible con cualquier
actividad, pues no exigen horario… y, por supuesto, con grandes
beneficios para los afortunados candidatos que conseguirán colaborar con
la empresa, a cambio de una cantidad adelantada o a través de
interminables entrevistas telefónicas con un número de tarificación
especial…), que nunca llegarán a buen puerto.
De igual forma, se informa de fraudes y estafas que se están
cometiendo en las numerosas plataformas de compra-venta online entre
particulares, que el usuario debería detectar por lo excepcional de su
precio frente al de mercado, así como por la falta de referencias del
vendedor y la dificultad para localizarle físicamente. Los expertos
recomiendan averiguar previamente quién está detrás de esa supuesta
oferta, para detectar posibles estafas.
Los vehículos de segunda mano y el alquiler de apartamentos de
ensueño en las mejores zonas de las ciudades o residencias vacacionales
son ganchos muy utilizados que acaban demostrando que lo que parecía
increíble… lo era. Los timadores alegan cualquier disculpa (viven en
otra ciudad, están de viaje o similar) para no encontrarse con su
víctima, a la que le piden que le adelante una cantidad vía
transferencia, a cuya recepción le enviará las llaves y supuesta
documentación.
Los delincuentes siguen siempre un mismo patrón de conducta, tanto en
la venta como en el cobro de la misma y su intento de dificultar su
localización por parte de los compradores. Además, tratan de
aprovecharse de que son pequeños fraudes, cuyas víctimas muchas veces -y
con un criterio equivocado- no denuncian.
Por su parte, el auge de las redes sociales y de las webs de
contactos para búsqueda de pareja afianza el timo ya clásico en Internet
de la supuesta ciberenamorada que desea encontrarse con su interlocutor
online pero… necesita dinero para llevar a cabo el teórico encuentro
entre dos enamorados. Obviamente, ese encuentro con la persona -de la
que creemos tener fotos auténticas muy atractivas- no llegará (ni
existe).
La Sextorsión es otro método habitual utilizado por los delincuentes.
Mediante las redes sociales se contacta con la víctima mediante una
solicitud de amistad, en ella, normalmente la solicitante suele ser una
joven que una vez conectados se interesa por la edad, trabajo, lugar de
residencia. Una vez efectuado el intercambio de datos, los delincuentes
derivan la conversación hacia preferencias sexuales mostrando imágenes
de contenido sexual e incitando a la víctima a participar y compartir
sexo virtual mediante la webcam. Todo queda grabado, amenazando y
chantajeando a la víctima con la difusión entre sus amistades de las
imágenes comprometidas.
Por último, los agentes recuerdan a los ciudadanos sobre los
conocidos como “productos milagro” que se venden en Internet, comercios o
a través de estructuras piramidales y que sus supuestas bondades para
la salud o bienestar no son científicamente demostrables y muchas veces
no son sino el llamado “efecto placebo”.
También destacan entre engaños ya clásicos el de los falsos procesos
de casting para modelos de pasarela, show business y similares; la venta
de réplicas de ínfima calidad como si fueran productos auténticos; las
peticiones de solidaridad con motivos muy diversos -pero siempre
conmovedores- a través de cualquier canal para falsas ONG; concursos y
concesiones de premios que requieren llamar a números de tarificación
especial o suscripción automática a un servicio premium de SMS, que
conllevará durante un tiempo un alto coste para el afectado; webs falsas
de recarga de móviles…
Mención especial también dos riesgos de seguridad muy reales para los
internautas: aquellos links o archivos que piden que abramos con un
atractivo reclamo (un vídeo muy gracioso, espectacular o imágenes
llamativas) y que instalará en nuestro ordenador un programa troyano,
virus o malware con el que podrán obtener los datos o programar los
procesos informáticos que quieran.
El otro riesgo, muy presente en los mails, es el phising, esos
correos electrónicos que tratan de engañar a su receptor para que crea
que es su entidad financiera o de servicios habitual y le facilite sus
datos… para acceder a sus cuentas y robarle.
Consejos de los especialistas para navegar seguros en Internet.
La Policía Nacional da una serie de consejos para detectar y evitar el fraude online:
• Mantener el sistema operativo, programas y navegador de nuestro
ordenador, tablet o smartphone actualizados, con un antivirus de
confianza instalado y un Firewall.
• Ser precavido al comprar online y asegurarse de que conocemos lo que nos quieren vender y podemos confiar en QUIÉN lo vende.
• Si utilizamos una página de comercio electrónico, ver que opera con un sistema seguro (https), frente al habitual http.
• Comprobar que el pago lo efectuamos a través de canales que
permiten conocer la identidad y fiabilidad del destinatario (su
“rastro”).
• No atender jamás un mail de phising y reenvíeselo a la Policía. No
abrir ningún link de fuente desconocida o que se sospecha que procede de
una cuenta “secuestrada” (clickjacking).
• Precaución con los servicios o contratos a los que uno queda
suscrito de forma automática sin saberlo. Conocer qué números estamos
marcando (tarifas normales o no, qué utilidad directa tiene, etc.)
• Revisar de forma periódica las cuentas corrientes, para así poder detectar pagos indeseados, extraños cobros y demás.
• Cuando un internauta compra: que sepa qué, cómo (en qué condiciones) y a quién, contando con la máxima confianza en la web.
Prácticamente casi el 100 por 100 de las denuncias por estafa recibidas en Comisaría se producen vía internet.