Un año más, el municipio de Lopera se volcó en la celebración del Corpus Christi. Una nota peculiar de esta fiesta ha sido el adorno de las calles por las que ha pasado la custodia con el cuerpo de Cristo. Mantones de Manila, colgaduras, flores, macetas y toda clase de adornos y motivos eucarísticos han cubierto el itinerario procesional. Los niños vestidos con sus trajes de comunión precedían al Santísimo Sacramento.