domingo, 6 de septiembre de 2009

La crisis económica obliga a los loperanos a ajustarse más el cinturón.

Tras las vacaciones estivales, toca subir la cuesta más dura y empinada de los últimos años. La coyuntura se agrava ahora por una serie de circunstancias que complican todavía más el camino. El principal problema se llama paro y crisis económica. Ahora vienen los gastos en libros y material escolar para los niños con su entrada en el colegio. Las empresas de Lopera, seriamente "tocadas" por la falta de liquidez del sistema bancario y por el descenso generalizado en los niveles de actividad productiva, están recortando las plantillas, y en algunos casos llevando al cierre.
Los bancos siguen sin prestar dinero. Ante el creciente riesgo de morosidad los bancos y cajas miran con lupa a sus clientes, un recelo que en la mayoría de los casos acaba en negativa. Siguen sin abrir el grifo. Todo esto hace que las empresas no contraten a trabajadores y que la amenaza del desempleo pende en estos momentos sobre buena parte de la población trabajadora de la localidad. Algo ha ayudado los fondos anticrisis establecidos por el Gobierno Central. También para aliviar un poco la situación está la ayuda de 420 euros que ha aprobado recientemente el gobierno, pero que solamente dura unos seis meses. Esperemos que las previsiones se cumplan, y que en el año 2010 salgamos al fin de la crisis económica que azota nuestro país.