Las guías telefónicas, al igual que la cabina agotan la última etapa de su vida. Las guías impresas del teléfono fijo solo se suministrarán a demanda, porque desaparece la obligatoriedad de su distribución masiva.
También se ajustarán a las necesidades el número de cabinas públicas, utilizadas cada vez por un menor número de clientes. El vandalismo y los hábitos de los clientes, que cada vez optan más por los locutorios o disponen de teléfonos móviles, han reducido al mínimo su utilización.
Un Real Decreto aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros intenta adecuar las obligaciones de las operadoras encargadas de la prestación del servicio universal a los nuevos hábitos de las telecomunicaciones, a la vez que incorpora la obligación de facilitar el acceso a la banda ancha a la práctica totalidad de los usuarios. La cabina que popularizó López Vázquez tiene los días contados. Lopera tiene varias cabinas telefónicas. Veremos a ver qué ocurre con ellas en aplicación de esta nueva normativa.
Fuente: Diario Ideal.