martes, 29 de noviembre de 2011
Un comité de expertos propone a los Vestigios de la Guerra Civil en Lopera como Lugar de Memoria Histórica.
La Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía quiere fijar en la memoria espacios emblemáticos de la represión, los llamados Lugares de Memoria Histórica. Un comité de siete expertos se reunió recientemente en Sevilla para señalar un total de 14 puntos, futuros Lugares de Memoria, que conforman el primer esbozo del mapa del terror.
A propuesta del comisario de Memoria Histórica de Andalucía, Juan Gallo, llegaron a los expertos 16 propuestas, dos por cada una de las ocho provincias. 14 de ellas recibieron el visto bueno y dos quedaron pendientes de nuevos aportes de documentación.
Estos espacios deberán ser preservados y señalizados. En Cádiz, por ejemplo, se convertirán en Lugar de Memoria aunque la última palabra la tiene el Consejo de Gobierno la fosa del Marrufo y el Castillo de San Sebastián, donde se cree que fueron fusiladas unas mil personas. En Córdoba, los espacios elegidos son las tapias de los cementerios en la capital y los senderos de la guerrilla en Villaviciosa.
Y hay más: la tapia del cementerio de Granada, la carretera de Víznar a Alfacar, la sevillana cárcel de la Ranilla, los vestigios bélicos en Lopera (Jaén), la fosa de Nerva (Huelva), la fosa malagueña de San Rafael, ya excavada y de donde se recuperaron restos de casi 3.000 personas; la carretera Málaga-Almería, testigo mudo de la histórica espantá de 1937 y el refugio antiaéreo de Jaén.
La Junta creó en agosto esta nueva figura, Lugares de Memoria Histórica, "definidos como aquellos enclaves vinculados a hechos o acontecimientos singulares ocurridos durante la Guerra Civil y la dictadura", según el decreto. La consideración de un enclave como Lugar de Memoria significará que la Administración deberá identificarlo, señalizarlo con un monolito o una placa y preservarlo. La Junta ya decidió que sea también Lugar de Memoria el kilómetro 4 de la carretera de Carmona, donde fue fusilado Blas Infante, y la casa de Coria del Río, de la que se lo llevaron para matarlo.
Fuente: Pùblico.