El aceite de oliva se vende ya en las almazaras a tres euros el kilogramo, un precio que está entre sesenta y ochenta céntimos por encima del umbral de la rentabilidad. Una buena noticia porque los olivareros están recibiendo una retribución justa por su trabajo y esfuerzo.
Según apuntan los expertos, se espera que el precio del aceite de oliva siga subiendo en la próximas semanas ante la escasez de cosecha que se presenta para este invierno y la fuerte demanda que existe en el mercado.