La localidad de Lopera celebró la noche de la Candelaria con numerosas lumbres que llenaron de luz y calor el casco urbano. Este año el Ayuntamiento de Lopera decidió repartir entre las calles participantes productos de la última matanza.
Sin embargo, muchos vecinos se llevaron las viandas y la bebida de sus propias casas y pasaron una jornada divertida al calor del fuego. El sabor de la rancia tradición se mezcló con la alegría e ímpetu de numerosos niños que hacen de esta fiesta como algo muy suyo.
Finalmente se vieron candelas en la calle Pilar, Polígono Industrial, calle Guadalquivir, Don Manuel Casado, Cuesta, Paseo de Colón, etc.
Una imagen típica de esta fiesta es ver cada año a numerosos niños de Lopera realizar las tareas de acarrear el ramón con palos y cuerdas atadas a la cintura desde las fincas de olivar próximas al pueblo. Después custodian en las calles el montón de ramas de olivo hasta la noche del 1 de febrero en que es pasto de las llamas. Se trata de una vieja tradición que con el paso de los años pasa de generación en generación.
Finalmente se vieron candelas en la calle Pilar, Polígono Industrial, calle Guadalquivir, Don Manuel Casado, Cuesta, Paseo de Colón, etc.
Una imagen típica de esta fiesta es ver cada año a numerosos niños de Lopera realizar las tareas de acarrear el ramón con palos y cuerdas atadas a la cintura desde las fincas de olivar próximas al pueblo. Después custodian en las calles el montón de ramas de olivo hasta la noche del 1 de febrero en que es pasto de las llamas. Se trata de una vieja tradición que con el paso de los años pasa de generación en generación.