El río Guadalquivir a su paso por Andújar. |
El año hidrológico 2015-2016 ha seguido la tendencia del anterior y
ha vuelto a ser más seco de lo normal, con una precipitación media
registrada en los embalses de 532 litros por metro cuadrado, lo que
supone un 9 por ciento menos que la media histórica de los últimos 25
años, que se sitúa en 583 litros por metro cuadrado. Sin embargo, si se
compara con el ejercicio anterior (2014-2015), se observa que la
pluviometría registrada en los embalses de la cuenca durante ese periodo
fue de 454 litros por metro cuadrado, lo que supone que el año
hidrológico finalizado ha llovido en los embalses un 17 por ciento más.
No obstante, las aportaciones a los embalses han sido sensiblemente
inferiores a la media histórica, debido a la distribución espacial y
temporal de las lluvias. Así, los embalses de la cuenca del Guadalquivir
han cerrado el año hidrológico al 48,6 por ciento de su capacidad, con
3.943 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone un 11 por
ciento menos que hace un año, aunque cuatro puntos por encima de la
media de los últimos 25 años, según los datos aportados por el Servicio
Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir.
En este sentido, la pluviometría registrada en todas las provincias
ha sido inferior a la media histórica, aunque sólo en Huelva y Sevilla,
la precipitación registrada se ha aproximado a la media, mientras que en
Ciudad Real y Granada apenas se ha superado el 70 por ciento del valor
medio.
Aunque el otoño se inició con un mes de octubre con unas
precipitaciones por encima de la media, lo cierto es que le siguieron
meses muy secos, sobre todo diciembre, cuando la pluviometría registrada
solo fue de 10 litros por metro cuadrado. Sin embargo, las
precipitaciones registradas durante los pasados meses de abril y mayo,
sobre todo éste último, permitieron remontar la situación de déficit de
lluvias que se venía registrando a lo largo de todo el año y posibilitó
igualar prácticamente ya la media de los 25 últimos años hidrológicos.
A pesar de que los meses de junio, julio, agosto y septiembre han sido especialmente secos con temperaturas más altas de lo normal en la cuenca, la campaña de riego se ha desarrollado con normalidad atendiéndose plenamente las demandas de las distintas zonas regables, si bien se han registrado problemas puntuales en la campiña sevillana debido al agotamiento de la reserva en los embalses de la zona.
A pesar de que los meses de junio, julio, agosto y septiembre han sido especialmente secos con temperaturas más altas de lo normal en la cuenca, la campaña de riego se ha desarrollado con normalidad atendiéndose plenamente las demandas de las distintas zonas regables, si bien se han registrado problemas puntuales en la campiña sevillana debido al agotamiento de la reserva en los embalses de la zona.
Dada la práctica ausencia de lluvias durante el mes de septiembre, y
tal y como se contemplaba en los acuerdos de la Comisión de Desembalse
celebrada en el mes de abril, se ha prolongado la campaña de riego hasta
el 15 de octubre para aquellas zonas regables que no han consumido las
dotaciones autorizadas y que así lo hayan solicitado, siempre y cuando
sea técnicamente factible.