Un momento de la charla impartida por Gloria Moreno Madueño. Foto: Antonio Marín. |
El Centro de Participación Activa de Mayores ha acogido una charla
coloquio sobre la osteoporosis que ha sido impartida por la médico- cirujano Gloria Moreno Madueño, y en colaboración con el gabinete de
psicología Psico-D.
La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se
produce una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se
vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas
que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se
rompen con mayor facilidad.
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no
manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para
que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son las vertebrales,
las de cadera y las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del
radio). La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un
acontecimiento grave debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso
hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque
sea por un periodo corto de tiempo.
Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres después de
la menopausia aunque también puede hacerlo antes o afectar a hombres,
adolescentes e incluso niños.
En concreto, en España, aproximadamente 2 millones de
mujeres padecen osteoporosis, con una prevalencia en la población
postmenopáusica del 25% (1 de cada 4). Se estima que esta enfermedad es la
causante de unas 25.000 fracturas cada año. Aproximadamente 1 de cada 3
mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica
en su vida.
Aunque sea una enfermedad silenciosa, actualmente los
reumatólogos cuentan con un gran abanico de herramientas para su diagnóstico
precoz y así adaptar el tratamiento, bien para prevenir la pérdida de masa ósea
o para combatir la osteoporosis.
Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la
calidad del hueso como son: la adecuada ingesta de calcio, el ejercicio físico
y no fumar. La cantidad concreta de Calcio varía con la edad, pero muchos
adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día. Esta ingesta se puede realizar
con alimentos naturales ricos en calcio (sobre todo la leche y sus derivados) o
como suplementos en forma de medicamentos (sales de calcio). En este último
caso deberá existir un control de su médico sobre la cantidad y la pauta de
administración.
De igual manera, la vitamina D es una sustancia
fundamental para el hueso. Sus necesidades diarias se consiguen
fundamentalmente por la formación de la misma en la piel cuando recibe el
efecto de la irradiación solar.