Un vehículo circula por una calle de Lopera. Foto: Antonio Marín. |
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil
han realizado pruebas de alcoholemia a 3.339 conductores en las carreteras de
la provincia, durante la campaña especial de intensificación de controles que
ha desarrollado la Dirección General de Tráfico durante la pasada semana. Del
total de conductores sometidos a los controles de alcohol, solo 23 de ellos han
dado resultados positivos, lo que supone un porcentaje del 0,69 por ciento, muy
parecido al de la anterior campaña llevada a cabo en diciembre de 2017.
Los porcentajes, sin embargo, son más preocupantes en cuanto
a los resultados de las pruebas de droga. Así, de los 147 conductores a los que
se les ha hecho el test salival para comprobar la presencia de estupefacientes
en el organismo, 26 han dado positivo, es decir más del 17 por ciento. Sin
embargo este índice es sensiblemente inferior al registrado en la campaña
pasada, cuando casi la cuarta parte de los conductores controlados (24 por
ciento) dieron positivo de haber consumido algún tipo de droga.
Los controles se han realizado tanto en horario nocturno
como en horas del mediodía para que resultaran disuasorios en la ingestión de
bebidas alcohólicas en las comidas. La DGT recuerda que el consumo de alcohol y
drogas produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden
entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.
Como viene siendo habitual en las campañas que lleva a cabo
la DGT, la colaboración de la Policía Local ha sido muy importante, ya que los
controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como
urbanas.
Pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico
continuarán efectuando controles de alcohol y drogas a los conductores a
cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos
a conducir si han consumido estas sustancias.
La apuesta de la DGT por impedir que los conductores se
pongan al volante tras haber ingerido algún tipo de sustancia psicoactiva es lo
que ha llevado a este organismo a incrementar las sanciones y poner en el punto
de mira a los reincidentes en la última reforma de la Ley de Seguridad Vial.
El castigo por conducir con presencia de drogas en el
organismo alcanza los 1.000 euros de multa y la retirada de 6 puntos.
En el caso del alcohol se mantiene la multa en 500 euros,
excepto si la tasa supera el doble de la
permitida o si el conductor es reincidente, es decir, aquel que hubiera sido
sancionado en el año inmediatamente anterior por dar positivo en alcohol. En
estos dos casos la sanción también es de 1.000 euros.