Alimentos del campo de la provincia. Foto: Pixabay. |
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y
Ganaderos –COAG- de Andalucía quiere mandar un mensaje de tranquilidad a la
población ante las circunstancias derivadas de la pandemia del coronavirus.
En este sentido, y en lo que concierne a la alimentación,
esta organización manifiesta que el abastecimiento de productos que provienen
del campo está garantizado, gracias al compromiso de los hombres y mujeres del medio
rural con la sociedad española, a la hora de suministrar alimentos de calidad,
sanos y seguros.
Asimismo, COAG Andalucía destaca que, a consecuencia de la
irrupción de la crisis sanitaria, se pone de manifiesto la importancia
estratégica del sector agrario, lo que agricultores y ganaderos vienen
reivindicando desde hace décadas, con más fuerza en los últimos meses, cuando
la situación de ruina del sector y el desmantelamiento intencionado de nuestro
tejido productivo ha propiciado un proceso de movilizaciones -
#AgricultoresAlLímite-, en unidad de acción con todas las organizaciones, tanto
en Andalucía como en todo el territorio nacional.
Unas movilizaciones que de momento se ven aplazadas en un acto
de responsabilidad con la sociedad y con el propio sector, evitando así todas
las concentraciones masivas que puedan afectar a la salud de las personas.
Con la crisis del coronavirus queda aún más en evidencia la
necesidad de mantener un modelo social de agricultura, basado en el carácter
social, la eficiencia y sostenibilidad de la actividad agraria, que conforman
los hombres y mujeres del campo que trabajan directa y personalmente en sus
fincas y granjas y que viven de su actividad, con la finalidad de producir alimentos
sanos y seguros para la población. Un modelo que genera empleo y economía real
en el territorio que más lo necesita, el medio rural.
No es admisible dejar que la UE, junto con los gobiernos, depositen
las decisiones sobre la agricultura y la alimentación en manos de las grandes
transnacionales que actúan y dominan los mercados internacionales con el único
objetivo de especular y lucrarse. Por ello, los ciudadanos no pueden perder la
soberanía alimentaria, y es que en situaciones límite como la crisis sanitaria
actual, son nuestros agricultores y ganaderos los que dan la cara y garantizan
el abastecimiento.