miércoles, 24 de febrero de 2021

Los loperanos se abastecen de leña para el invierno.

Leña procedente de la poda del olivar. Foto: Antonio Marín.

En estos días de finales de febrero existen familias de Lopera que recogen los restos que deja la poda del olivar para llenar los corrales de las casas de abundante leña.

La poda del olivo consiste en cortarle las ramas que se consideren no necesarias o que molestan a otras y limpiar las que quedan para que se produzca una mejor floración. Esto último no se considera como poda en sí, pero se suele realizar muy a menudo o casi siempre junto con ella.

La poda del olivo tiene como fin que el olivo produzca una cantidad de aceituna adecuada a su porte, y constituye una labor indispensable, aparte de que afecta directamente a la calidad de aceituna que este produce, también propiciará una mejor recogida de la misma. Esto se produce al limitar el número de ramas, las que quedan, son más accesibles por las máquinas debido a la mayor distancia entre unas y otras.

Todavía existen loperanos que utilizan las chimeneas de las casas para hacer candelas y calentarse durante el frío invierno con esta leña procedente del olivar.  El frío se mitiga en muchos hogares con braseros de picón o ascuas sacadas de las candelas. Desde distintas administraciones se dan consejos para evitar la aparición del insecto conocido como "Barrenillo" o "Palomilla".