domingo, 21 de marzo de 2021

El SAS invierte más de 35 millones en equipamiento informático de hospitales.

Dos profesionales sanitarias en consulta. Foto: Junta de Andalucía.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha invertido 35.417.602,92 euros en la adquisición de equipamiento informático y mejoras tecnológicas durante la pandemia. Los nuevos equipamientos persiguen aumentar los servicios prestados y facilitar la labor de los profesionales, sobre todo en un contexto relacionado con la pandemia de Covid-19 en el que se ha hecho necesario extender la telemedicina y otras soluciones tecnológicas para la asistencia sanitaria, y donde se han consumido más recursos informáticos que nunca.

En concreto, se han destinado 26.536.401,52 de euros durante el año 2020 a la adquisición de equipamiento informático destinado a centros hospitalarios de las ocho provincias andaluzas. Entre los diferentes equipos que se han adquirido destacan terminales ligeros, portátiles, cámaras web, monitores con cámaras web incorporadas, elementos periféricos de entrada y salida de datos, impresoras...que han permitido renovar los equipos existentes en los centros y mejorar las prestaciones de los mismos, así como la seguridad del paciente.

Además, se han adquirido licencias para mejorar la virtualización de las distintas aplicaciones que usan los profesionales, así como ampliar el almacenamiento de datos y de intercambio, todo ello para agilizar el trabajo de los profesionales tanto en los centros sanitarios como la actividad que han podido realizar mediante teletrabajo.

Esta inversión ha permitido además garantizar la seguridad en esta labor a distancia y en la posible actividad asistencial que pudiera realizarse en hospital de campaña o en hoteles habilitados.

Además, el SAS ha adquirido, por 8.881.201,40 euros, diferentes soluciones tecnológicas para mejorar la capacidad de los sistemas de información mediante sistemas de administración a través de software y hardware de alta capacidad de cómputo con una eficacia energética superior a la habitual, que permite una alta densidad de potencia de cálculo en espacios reducidos y simplifica la gestión centralizada. Así, se han agrupado en la misma infraestructura los servicios de almacenamiento, cómputo, servicios virtualizados y de comunicaciones. También se han puesto en marcha plataformas de ayuda al desarrollo y de despliegue de diferentes componentes software para fraccionar las aplicaciones en piezas más pequeñas y manejables.

Asimismo, se ha aumentado la tolerancia a fallos del hardware para evitar posibles caídas de los sistemas de información a través de dos estrategias: reforzando las capacidades de recuperación automáticas de los sistemas de cómputo en caso de contingencias y compartiendo la carga derivada de picos de concentración de trabajo en los sistemas entre las instalaciones de las diferentes provincias. En este sentido, se han adquirido nuevos servidores, se ha ampliado la capacidad de almacenamiento de datos y se han agilizado los procesos evolutivos de los sistemas de información y las aplicaciones sanitarias que emplean los profesionales sanitarios para atender a la ciudadanía.