De este modo, la alianza abre la batalla legal con la interposición de un recurso contencioso administrativo contra la Junta, ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), por la inadmisión de los recursos de revisión presentados por SOS Rural y por E&L ante las Delegaciones de Medio Ambiente e Industria de la Junta de Andalucía en Jaén.
Frente legal municipal.
Asimismo, SOS Rural y E&L han recurrido también en sede judicial, mediante la interposición del oportuno recurso ante los Juzgados de lo Contencioso‐Administrativo de Jaén, el decreto municipal emitido el pasado 2 de diciembre por la alcaldesa de Lopera, Carmen Torres, por el que levanta la suspensión de las licencias de obra de las plantas fotovoltaicas. “Este levantamiento, prematuro y arriesgado, se produce sin que se hayan resuelto las dudas técnicas sobre la legalidad de los proyectos y abre el camino para que comience ya la tala de olivos”, afirma Fernández.
Así, la alianza, junto con la Plataforma Campiña Norte, ha recordado a la alcaldesa Torres que el procedimiento judicial que ahora se inicia ante el TSJ podría acabar con la anulación total de los proyectos, lo que traería consecuencias de gran magnitud para su Consistorio si concede las licencias de estas instalaciones siendo conocedor de los vicios de nulidad de pleno derecho de que adolecen las autorizaciones sectoriales otorgadas. Entre estas consecuencias y efectos se encuentran el más que probable ejercicio por parte de la empresa promotora de una acción por responsabilidad patrimonial contra el Ayuntamiento.
En este sentido, el TSJA —el mismo tribunal ante el que se ha interpuesto el recurso contencioso‐administrativo contra la Junta— ya se pronunció, el pasado 15 de julio, sobre un caso idéntico en los municipios vecinos de Bujalance y Montoro, anulando la construcción de las plantas fotovoltaicas que se están desarrollando allí y confirmando la nulidad de este tipo de proyectos por vulnerar la legislación ambiental. «La Justicia no puede permitir que se consume un fraude de ley que condena a la desaparición a miles de olivos productivos, irremplazables, causando un daño irreparable al patrimonio natural y económico”, defiende Corbalán.