Crespo ha calificado de «vital para Andalucía» este asunto y ha advertido de que «la situación es muy preocupante» para los agricultores y ganaderos, los cuales ya se veían afectados en primavera por la falta de lluvias. De hecho, los datos técnicos de la propia Consejería de Agricultura reflejan la existencia de una reducción del 47% de la pluviometría con respecto al año anterior.
Y es que, como bien ha explicado Crespo ante sus homólogos regionales en la Conferencia Sectorial, «no es el momento de desdeñar ninguna posibilidad, infraestructura o recurso hídrico adicional que podamos poner en marcha». De ahí que la consejera haya vuelto a plantear «la necesidad de sumar de forma inmediata más fondos Next Generation al impulso de infraestructuras del agua dirigidas al aprovechamiento del agua por parte del sector agrario». «Son cruciales para aliviar la grave situación que vivimos en las zonas productoras de Andalucía y España».
En este sentido, la consejera ha vuelto a insistir en que «es el momento de que todas las administraciones estén a la altura de las circunstancias» y ha solicitado al Gobierno una mayor proactividad para «apoyar a unos agricultores y ganaderos que ya tienen bastante con la subida elevada de los costes de producción y los efectos que ya está causando la guerra de Ucrania».
Por último, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha vuelto a reclamar la ejecución inmediata y urgente de las obras hidráulicas declaradas de interés general del Estado que aún están pendientes de poner en marcha en la comunidad andaluza.
Actuaciones de la Junta.
En cuanto a las medidas puestas en marcha por el Gobierno andaluz, Carmen Crespo ha recordado que la Junta aprobó en 2021 un decreto de sequía que, sumado a la ampliación de 2022, supone movilizar 143 millones de euros para obras hidráulicas de las cuencas de competencia autonómica (Cuencas Mediterráneas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras), que reúnen el 33% del territorio andaluz. Esta cantidad que destina la Junta a mejorar la capacidad de Andalucía para hacer frente a la escasez de agua contrasta con el montante que el Gobierno de España compromete a este mismo objetivo. El Estado, responsable de la gestión de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, dedica únicamente 9,6 millones para una cuenca que supone el 67% de la comunidad autónoma andaluza.
Por otro lado, la consejera ha destacado la puesta a disposición de los regantes andaluces de una línea de ayudas dirigidas a facilitar el aprovechamiento de las aguas regeneradas por parte de los agricultores, dotada con 25 millones de euros. Este montante contempla 10 millones a respaldar las infraestructuras de conexión con las estaciones depuradoras de aguas regeneradas (EDAR) o desaladoras que permitan utilizar estas aguas en las explotaciones agrícolas; así como 15 millones para la puesta en marcha de nuevos regadíos abastecidos con estos recursos hídricos adicionales.