La seguridad de las personas es primordial y atendiendo a la misma deben elegirse los productos. La Dirección General de Consumo ha vuelto a incluir en el Plan de Inspección de Consumo de 2024 la campaña de inspección para el control del etiquetado y de la seguridad de disfraces, caretas, máscaras y similares destinados a ser utilizados por menores de 14 años. Una campaña que se intensifica en fechas como Carnaval o Halloween.
Consumo recuerda que los disfraces, caretas, máscaras y similares destinados a personas menores de 14 años se consideran juguetes, y por esta razón deben tener el marcado CE si se comercializan en la Unión Europea.
Las actuaciones inspectoras inciden en la etiqueta y la seguridad del producto, en cumplimiento de la normativa vigente. En este sentido, Consumo aconseja a consumidores y usuarios que también atiendan a estos elementos a la hora de elegir cualquier artículo. Asimismo, debe recordarse la importancia de acudir a establecimientos autorizados y de evitar comprar productos en establecimientos en los que se generen dudas sobre la procedencia y la seguridad de estos productos.
El etiquetado proporciona una información esencial, y en el mismo debe figurar, en el caso de que el artículo esté destinado a menores de 14 años, la edad recomendada del artículo, las advertencias de seguridad y los consejos de utilización, así como los datos de la empresa responsable del producto (NIF del fabricante, entidad comercializadora, composición, etc.).
Los disfraces no pueden contener piezas pequeñas, bordes cortantes ni cordones o cuerdas en la zona del cuello que pudieran causar accidentalmente asfixia. Igualmente, hay que asegurarse de que las máscaras o caretas disponen de suficientes orificios y lo suficientemente grandes para garantizar una correcta ventilación, y las pelucas tienen que estar elaboradas con materiales resistentes al fuego.
Si se va a hacer uso de maquillaje, hay que fijarse en el etiquetado del producto, en cuya información se encontrará la denominación del producto, los datos de la empresa fabricante o responsable y la fecha de caducidad. También deben constar las precauciones para el uso del producto, así como los ingredientes, listado que hay consultar ante posibles alergias. Si se van a adquirir lentillas, tienen que contar con su etiquetado en español y hay que acudir a establecimientos con personal cualificado.
En la campaña de inspección de 2023 se levantaron un total de 199 actas de inspección, de las que 84 resultaron con alguna irregularidad, lo que supone un 42,21%. Entre las irregularidades detectadas, se ha comprobado que la información del etiquetado no figura en la lengua oficial del Estado en un 7,23% de los casos, que no figura el nombre, nombre comercial registrado o marca comercial del fabricante en un 10,40% de los casos, en un 10,53% el producto no presenta marcado CE, en un 23,13% no figura una breve indicación del peligro específico por el que se aplica la precaución y en un 23,38% el diseño del símbolo gráfico de limitación de la edad no se ajusta a las características de la norma que le resulta de aplicación.
Además, se tomaron 28 muestras, de las que 14 resultaron con incumplimientos, ya sea por cuestiones de etiquetado o seguridad, lo que supone un porcentaje del 50%, habiéndose incluido en la Red de Alerta de productos no alimenticios siete barbas, bigotes y pelucas por riesgo de quemaduras, al no cumplir con los requisitos exigidos sobre inflamabilidad.
Las personas consumidoras y usuarias tienen que actuar de forma proactiva atendiendo a todos los aspectos referidos, de manera que si observan o adquieren un producto potencialmente inseguro, han de denunciarlo ante la Administración de Consumo.