Debemos asegurarnos de que en el etiquetado del juguete y en su embalaje se encuentra el Marcado CE, indicador de que la empresa fabricante garantiza que el producto cumple con las directivas y reglamentos de seguridad, salud y medio ambiente de la Unión Europea. Antes de formalizar la compra, se recomienda revisar el etiquetado y las instrucciones, que deberán estar redactados en castellano e incluir advertencias y recomendaciones para su uso.
Si se va a optar por juguetes electrónicos, hay que tener en cuenta que estos deben cumplir una serie de requisitos adicionales: no pueden incorporar dispositivos que generen calor, y los que necesitan conexión a la red eléctrica, deben incluir un transformador de 24 voltios. Si el artículo emplea pilas, deberá contar con un compartimento aislado y protegido. Otro riesgo a tener en cuenta es la toxicidad. Por ejemplo, al comprar juegos de química, debemos estar especialmente vigilantes y prestar atención a sus componentes, ante el riesgo de toxicidad y/o envenenamiento.
Siempre que sea posible, se recomienda probar el juguete en el propio
establecimiento para comprobar su estado y funcionamiento. Además, es
fundamental solicitar y conservar el ticket o factura, ya que será
imprescindible en caso de devolución o reclamación. Consumo aconseja,
igualmente, priorizar las compras en establecimientos adheridos al
Sistema Arbitral de Consumo, que facilita la resolución de conflictos de
forma rápida y gratuita.
Dispositivos con pantallas y videojuegos.
Desde la Dirección General de Consumo, se incide en la importancia de reflexionar a la hora de adquirir un dispositivo con pantalla (teléfono móvil, tableta, videoconsola portátil, etc.), teniendo en cuenta los efectos negativos de un uso o exposición excesivos a una pantalla, en especial en la infancia y adolescencia, como por ejemplo en la salud ocular, riesgo de trastornos del sueño, de sedentarismo y obesidad, merma del desarrollo cognitivo o la adicción tecnológica. En las edades más tempranas, es esencial promover un uso responsable y moderado. Este uso responsable también es aplicable a los videojuegos, donde también debemos tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales, relacionados con su etiquetado específico.
Consumo recuerda la utilidad del sistema PEGI (Pan European Game Information), que orienta sobre la edad recomendada para cada título mediante un código de clasificación ampliamente reconocido en Europa. Los videojuegos con clasificación PEGI incorporan en su envase –o ficha técnica digital– distintivos de color y números que señalan la edad mínima aconsejada: verde (3 y 7 años), naranja (12 y 16 años) y rojo (18 años). Además, el sistema incluye iconos informativos que alertan de la presencia de determinados contenidos dentro del videojuego: lenguaje inapropiado, discriminación, referencias a drogas, escenas de miedo, contenido sexual, violencia, elementos relacionados con el juego de azar o la posibilidad de jugar online.
Consumo Responde.
Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder a través del número de teléfono gratuito 900 21 50 80, y del correo consumoresponde@juntadeandalucia.es, ambos en horario de atención de 8 a 20 horas de lunes a viernes y de 8 a 15 horas los sábados (salvo festivos); así como a través de la página web https://www.consumoresponde.es,y de los perfiles de X (@consumoresponde), Facebook (www.facebook.com/consumoresponde) e Instagram (@consumoresponde).
También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Sanidad, Presidencia y Emergencias presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.
