Un aspecto primordial es la seguridad. Las entidades promotoras de estos eventos deben contar con un seguro de responsabilidad civil en vigor, que cubra posibles daños personales o materiales derivados de la actividad. Asimismo, estos establecimientos y fiestas deben disponer de la autorización municipal correspondiente, que garantice que el local cumple con la normativa sobre aforo, prevención de riesgos, condiciones higiénicas y demás requisitos exigidos por la normativa aplicable.












