La distracción del conductor del autobús y la poca efectividad de los quitamiedos de la autovía son dos de los factores que explican el accidente que costó la vida a cinco personas, el pasado 13 de agosto, en Lopera. Con las pruebas reunidas, se le podrá imputar al conductor una falta de imprudencia al volante.
Las dudas sobre lo que ocurrió, el 13 de agosto de 2007, en el kilómetro 344 de la autovía A-4, en el término municipal de Lopera, comienzan a despejarse. Una de las pruebas practicadas por la Guardia Civil, apunta que el accidente de autobús se debe principalmente a un despiste del conductor del vehículo en el que viajaban cincuenta y dos personas que iban de excursión a la Sierra de Cádiz.
Fuente: Diario Jaén, 18-01-08.