lunes, 4 de noviembre de 2013

La falta de lluvias hace que la aceituna empiece a arrugarse.

 
Los agricultores de Lopera echan de menos la aparición de la lluvia. Se acerca la cosecha y hay mucha aceituna en el árbol, pero empieza a arrugarse y algunas "están en el hueso". De seguir así, puede que el rendimiento graso sea menor que el esperado y se traduzca en pérdida de kilos.
Los olivos están sedientos y la maduración del fruto está retrasada, por lo que muchos olivareros comenzarán la campaña de aceituna más tarde a la espera de que mejore el rendimiento.