Una imagen de la reunión mantenida hoy en la sede de la Subdelegación del Gobierno. |
Responsables de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado en la provincia, Inspección de Trabajo y representantes de
las organizaciones agrarias, con la presidencia del subdelegado del Gobierno, Juan
Lillo, han puesto en común hoy los detalles del dispositivo de seguridad y
control laboral que se pondrá en marcha para la próxima campaña de recolección
de aceituna. Un dispositivo que, como ha afirmado Lillo, tiene como objetivo
“mantener una campaña sin incidencias destacables, como en los últimos años”.
En los servicios de seguridad de este
dispositivo, ha adelantado el subdelegado, participarán unos 600 agentes de Guardia
Civil, que, además de su presencia en el campo, prestarán especial vigilancia
en las almazaras y puestos receptores de aceituna, además de controlar los
transportes de aceituna. Estas fuerzas, como el Servicio Aéreo, la Sección de
Intervención Rápida, Seprona, Grupo de Información, Subsector de Tráfico y
Unidades Territoriales, se verán reforzadas con los dos equipos ROCA (patrullas
de lucha contra robos en el campo) que, integrados por cinco miembros cada uno,
tienen su base en Úbeda y Martos. También participará en este servicio, en las
zonas de su ámbito, la Policía Nacional ,
pidiéndose asimismo a los ayuntamientos la colaboración de la Policía Local.
Efectivos que, ha recordado, se caracterizan por
“su efectividad” en la prevención y resolución de los robos de aceituna. De
hecho, en la pasada campaña la Guardia Civil recuperó un total de 92.000 kilos de
los 264.000 de los que se había denunciado su sustracción, lo que supone la
recuperación de cerca de un 40 por ciento del total de lo sustraído. Con un
total de 3.000 intervenciones realizadas por los agentes de la Guardia Civil en
2014.
Y en este sentido, el subdelegado ha
reiterado la necesidad de que los agricultores colaboren con las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad para evitar los robos. Por un lado, alertando si observan
movimientos sospechosos y, por otro, extremando la cautela a la hora de dejar
en el campo la aceituna recogida, evitando hacerlo en lugares visibles y de
fácil acceso. De hecho, 42.000 kilos denunciados por sustracción estaban ya
recolectados.
Como en la pasada campaña, se pedirá a los
agricultores que en el transporte de aceituna acompañen a la guía conduce un
plano SIGP de la finca, firmado por el titular de la misma, que permita
identificarla geográficamente. Esta medida, adoptada de forma experimental en
2013, permite conocer desde un primer momento la situación de la parcela de
donde procede la aceituna, por lo que ayuda a descubrir, en caso de hurto, el
origen ilícito del fruto y pone nuevas dificultades a los autores de los robos.
Se mantendrán de igual forma los controles en
las almazaras y puntos de compra de aceituna, que habrán de disponer de un
libro de registro de recepción de aceituna y que, además, el transportista
pondrá a su disposición la documentación precisa sobre la carga, como la guía
conduce, la procedencia del fruto y la autorización del propietario de la
finca, si ésta procediera de rebusca. Con un objetivo claro, que “no haya ni un
kilo de aceituna que no esté debidamente documentado”, señala Lillo.
De manera paralela, la Inspección de Trabajo
realizará, a partir de la segunda semana de noviembre y hasta el mes de
febrero, en las explotaciones agrarias sus habituales tareas para evitar que en
los tajos se produzcan casos de contratación irregular de trabajadores y de
utilización de maquinaria sin las correspondientes medidas de seguridad. Finalmente
el subdelegado ha desaconsejado a los temporeros, como en campañas anteriores,
acudir a la provincia en busca de un puesto en un tajo sin tener la seguridad
de ser contratados.
En la reunión mantenida hoy en la
Subdelegación del Gobierno también se ha fijado el día 1 de marzo para el
inicio de la campaña de rebusca, con la posibilidad de modificar la fecha según
transcurra la campaña.