Mesa informativa en el Hospital sobre cuidados frente al calor. |
Para ello, están instalando en sus centros hospitalarios mesas
informativas en las que profesionales sanitarios facilitan a los
usuarios recomendaciones y consejos sobre la importancia de protegerse
correctamente del sol, así como las medidas que hay que tomar ante las
elevadas temperaturas del período estival. También se indica cómo hay
que cuidar a las personas más frágiles (niños, enfermos y ancianos),
aumentando la atención sobre ellos ante determinadas situaciones, y qué
precauciones tener para evitar intoxicaciones alimentarias o
deshidratación, entre otras cuestiones.
Otra de las actividades que se están realizando es entregar abanicos
de cartón con consejos de fotoprotección solar, junto a folletos y
material informativo editado por la Consejería de Salud con consejos
sobre el tipo de piel y los factores de protección recomendados, cómo
tener unas vacaciones sanas, comer adecuadamente, hidratarse o hacer
deporte de manera saludable en verano. Esta campaña está apoyándose
también en los mensajes que se están enviando a los pacientes del centro
usando como soporte el reverso de las cartas de citación.
Peligros de la exposición solar.
Los profesionales sanitarios que participan en estas mesas insisten
en la necesidad de vigilar la evolución de los lunares y manchas de
nuestra piel, para controlar, mediante autoexploraciones, la posible
aparición de melanomas, un tumor maligno de la piel muy agresivo y con
una gran capacidad para crear metástasis con rapidez. La aparición de
ésta hace que la detección precoz sea clave en el diagnóstico y en la
supervivencia. De ahí que sea fundamental estar pendiente de los
primeros signos, que son la aparición de manchas marrones o negras y un
cambio de color de la zona en cuestión.
En España, las tasas de incidencia de melanoma se han triplicado en
los últimos 20 años en ambos sexos, siendo más elevada en mujeres. Por
otro lado, las tasas de cáncer cutáneo no melanoma -los más frecuentes
son los llamados carcinomas espinocelular y basocelular- se han
duplicado en este mismo período, siendo más elevada en varones. Se
estima que una de cada seis personas padecerá un cáncer de piel a lo
largo de su vida. Además, no hay indicios de que esta tendencia vaya a
disminuir en los próximos años. Por el contrario, diversos factores como
el envejecimiento de la población, la reducción de la capa de ozono y
los hábitos de vida al aire libre, predicen incluso un empeoramiento de
la situación, de ahí la importancia de incidir en la prevención.
A pesar de su gravedad, los especialista en Dermatología resaltan que
el cáncer de piel puede evitarse con unos hábitos adecuados de
fotoprotección desde la infancia: evitando la exposición solar sobe todo
al mediodía; poniéndose a la sombra; reduciendo la exposición solar
directa mediante el uso de ropa, sombrero, gafas de sol y cremas
fotoprotectoras siempre que se realicen actividades al aire libre; y en
cualquier caso, evitando el empleo de cabinas de bronceado artificial
con intención cosmética.
Para proteger la piel del sol es necesario utilizar cremas
protectoras adecuadas, con un factor de protección no menor de 30 y
mayor de 50 para aquellas personas que tienen una piel muy sensible o
sufren enfermedades agravadas por el sol. Además hay que aplicar la
protección correctamente, sobre la piel seca, en cantidad suficiente, 30
minutos antes de la exposición, y renovándola con frecuencia, sobre
todo, si se está en contacto con el agua.
Altas Temperaturas.
Altas Temperaturas.
Como cada año, la Consejería de Salud ofrece consejos de índole general ante la subida de temperaturas que pueden ayudar a combatir los efectos del calor en el organismo. Así, se recomienda evitar las salidas y actividades físicas en las horas de más calor, y mantenerse a la sombra. Es aconsejable vestir ropa ligera y amplia (de algodón, por ejemplo), de color claro y llevar la cabeza protegida. También se recomienda cerrar las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol y mantenerlas cerradas mientras la temperatura exterior sea superior a la interior. Por otro lado, hay que tener especial atención a ancianos y niños, que son más susceptibles al exceso de calor ambiental y corren un mayor riesgo de deshidratación.
Además, se aconseja permanecer en las habitaciones más frescas del
domicilio, ducharse o bañarse varias veces para refrescar el cuerpo o
humidificar las ropas. Es importante que se beba abundantes líquidos
(agua, zumos…), incluso sin sed e intentar no consumir bebidas
alcohólicas y tomar frutas y verduras.
También durante el verano es cuando se debe extremar al máximo el
cuidado de los alimentos con el objeto de evitar las intoxicaciones
alimentarias. La causa es la inadecuada conservación y manipulación de
los productos alimenticios, debido a las elevadas temperaturas, que
favorecen la propagación de virus y bacterias. Para ello, se recomienda
extremar la limpieza de los alimentos frescos, no romper la cadena del
frío, organizar adecuadamente la comida en el frigorífico y evitar
alimentos que contengan huevos frescos en caso de excursiones.
Igualmente, en esta época se realizan actividades deportivas, muchas
veces sin suficiente protección contra el calor, que pueden tener
consecuencias para nuestra salud. Entre estos efectos se incluyen los
calambres por calor, habituales en personas que hacen ejercicio intenso
y prolongado, la deshidratación en personas que sudan profusamente, por
lo que pierden agua y electrolitos, y el agotamiento por calor, que
puede desembocar en un golpe de calor, muy peligroso para la salud.
Toda esta información también está disponible en la página web de la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir (www.asag.es).