martes, 16 de agosto de 2016

La Junta lanza una serie de recomendaciones para evitar fraudes y abusos en consumo sobre las personas mayores.

Ciudadanos de Lopera asisten a una charla informativa.
La Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Consumo dependiente de la Consejería de Salud, lanza una serie de recomendaciones para el colectivo de la tercera edad con la finalidad de evitar fraudes y abusos sobre sus derechos como personas consumidoras. Por su especial situación de indefensión o vulnerabilidad, se recomienda sobre todo, cautela a la hora de ofrecer sus datos personales, que pueden ayudar a la comisión de estafas. Así, nunca hay que facilitar ningún tipo de dato personal (número de cuenta bancaria, número de tarjeta de crédito, DNI, etc.) por correo electrónico o por teléfono, o en visitas domiciliarias.
Para evitar cualquier merma de sus derechos, Consumo recuerda que es muy importante que estas personas cuenten con una información clara y adecuada al objeto de que puedan ejercerlos. Por ello, se les recomienda que lean concienzudamente cualquier contrato antes de firmarlo, y soliciten siempre una copia idéntica del mismo; si no hay seguridad sobre algún aspecto del contrato, es mejor no firmar.
Por otra parte, es muy aconsejable exigir siempre un tique o factura por los productos adquiridos o por los servicios recibidos y guardarlo siempre en lugar seguro, ya que será fundamental para, en su caso, poder reclamar. Las personas consumidoras deben saber que en las ventas a distancia y en las celebradas fuera de establecimiento mercantil, existe un plazo de 14 días naturales para desistir del contrato.
Ante cualquier disconformidad con el servicio prestado o el producto adquirido, Consumo recuerda que se puede solicitar la Hoja de Quejas y Reclamaciones oficial de la Junta de Andalucía y que es recomendable acudir a una empresa adherida al Sistema Arbitral de Consumo.
De manera específica, Consumo insiste en una serie de derechos, entre ellos, que cualquier producto nuevo tendrá un plazo de garantía de dos años, siendo de, al menos, un año para los productos de segunda mano. En materia de electricidad, hay que comprobar que las lecturas realizadas en el contador se corresponden con las marcadas realmente en el mismo. Es aconsejable revisar minuciosamente las facturas y, si hay alguna discordancia, proceder a reclamar. La Dirección General hace especial hincapié en que hay que desconfiar de las personas que se pasan por casa prometiendo sustanciosas ofertas o descuentos en su próxima factura.
Igualmente, en materia de suministro de gas, se debe saber que las inspecciones son periódicas, con cargo a tarifas aprobadas por el Gobierno, que están sujetas a un preaviso mínimo de cinco días, se hacen cada cinco años y las realizan las empresas distribuidoras con cargo a la próxima factura (no en pago en metálico). En cuanto a las inspecciones de gas butano se han de hacer cada cinco años, solicitadas por la persona consumidora a una empresa instaladora autorizada. Dicha empresa establece sus tarifas, que deberá abonar la persona consumidora.
Por lo tanto, si acude al domicilio alguien que dice ser persona revisora del gas, habría que solicitarle su acreditación y, si no la posee, no permitir que realice revisión alguna ya que puede tratarse de un timo. Asimismo, si la empresa suministradora no ha avisado de la inspección de gas natural, y se presentan en su domicilio, desconfíe igualmente.
Si se reciben llamadas telefónicas ofreciendo mejoras en contratos de telefonía, electricidad, gas, etc., y no se está interesado, hay que decir claramente que no se desea y no facilitar sus datos personales. En internet, siempre hay que actuar con mucha cautela a la hora de comprar un determinado producto o adquirir un cierto servicio: utilizar servidores seguros, páginas Web con un candado o llave a pie de la página o con el símbolo de confianza online. Si el sitio web donde accede no es de confianza, no facilite ningún tipo de dato personal o económico.
No existen los productos milagro, incluso pueden ser considerados como una verdadera estafa, ya que pueden suponer un riesgo para la salud. En muchas ocasiones, en la publicidad de estos productos se afirma que pueden curar enfermedades graves, incurables y otras afecciones como reuma, artritis, propias de la tercera edad.
Estos y otros consejos están ya disponibles en la web de Consumo Responde y en el teléfono gratuito 900 21 50 80.