El secretario general del PSOE de Jaén, Francisco Reyes. Foto: PSOE. |
El secretario general del
PSOE de Jaén, Francisco Reyes, afirma que los 39 años de Constitución han
supuesto “un periodo de progreso, prosperidad y modernización” para España, sus
pueblos y sus ciudadanos. “La Carta Magna ha sido el pilar sobre el que se ha
asentado nuestra democracia, que ha permitido consolidar libertades y derechos
impensables hace 4 décadas”, subraya.
Reyes considera que la
reforma de la Constitución “no debe ser un tabú”, porque “la mejor manera de
defender los valores y principios constitucionales es trabajar por su
actualización y su adaptación al siglo XXI”.
En cualquier caso, defiende
que esa reforma se acometa “con voluntad de diálogo, concordia y consenso” y,
sobre todo, que el espíritu de esa reforma sea el de “garantizar la igualdad y
la cohesión territorial”. “Una Constitución que ampare desigualdades y
desequilibrios no puede ser nuestra Constitución”, subraya.
El líder socialista recuerda
que la Carta Magna ha representado “un espacio de encuentro para todos los
españoles, un lugar común en el que todos han tenido cabida”. Su marco ha
permitido a este país “experimentar una trasformación indiscutible”, no sólo en
términos de democracia, sino también de avance social.
“La sanidad, la educación,
el sistema público de pensiones y la política social son hijos de esta
Constitución. Todo estos elementos del Estado de Bienestar han sido
fundamentales para profundizar en la igualdad de derechos y de oportunidades en
este país”, argumenta.
Reyes indica que un balance
satisfactorio “no debe ser impedimento para hablar de reforma” y que la
Constitución “no puede ser un muro inamovible”. “Han pasado 4 décadas y es
verdad que hay derechos que blindar, nuevos derechos que incorporar y retos de
futuro a los que hay que hacer frente en esta primera mitad de siglo”, señala.
En este sentido, menciona
asuntos importantes como la igualdad entre hombres y mujeres, la construcción
europea, la lucha contra el cambio climático, la situación de los jóvenes, el
medio rural o la necesidad de que las administraciones tengan suficiencia
financiera para sostener los servicios públicos, por citar algunos ejemplos.
“Hoy hay nuevas necesidades
y nuevos desafíos a los que hay que dar respuesta. No tiene sentido que la
Constitución permanezca ajena a la realidad actual y futura. Por tanto, si
queremos revalidar estos 40 años de prosperidad, tenemos que perder el miedo a
adaptar nuestra ley de leyes, siempre bajo el estricto respeto al principio de
igualdad”, apostilla.