viernes, 21 de diciembre de 2018

Por qué los excesos navideños pueden alterar la salud.

Un menú navideño en un hospital. Foto: Junta de Andalucía.
Las fiestas navideñas suponen, para muchos, una alteración de los hábitos de consumo, especialmente alimenticios, debido a las comidas copiosas y al aumento del consumo de alcohol. Estos excesos pueden llegar a mermar la salud, ya que provocan, en muchos casos, digestiones pesadas, flatulencias, sensación de hinchazón, dolores de cabeza e incluso migraña.
Según la Sociedad Internacional del déficit de DAO, todos estos síntomas tienen una explicación científica: la acumulación de histamina, una molécula presente en la mayoría de alimentos, y en especial los alimentos ‘navideños’. En circunstancias normales y en personas sanas, el organismo produce una proteína o cadena de aminoácidos conocida como enzima DiaminoOxidasa o DAO, que se encarga de metabolizar la histamina en el intestino para que pueda ser eliminada a través de la orina. Pero con los excesos alimenticios de la Navidad, la actividad funcional de esta enzima puede quedar inhibida o bloqueada, provocando trastornos gastrointestinales y otras molestias.
Estos síntomas se agudizan en el caso de las personas que tienen déficit en la actividad de la enzima DAO. El déficit de DAO es una alteración en el metabolismo que se presenta cuando, por algún motivo, existe una desproporción entre la histamina ingerida en la dieta y la capacidad de degradarla intestinalmente, lo que provoca que la histamina ingerida se acumule en la sangre y desencadene múltiples efectos no deseados.
Según conclusiones de la Sociedad Internacional del Déficit de DAO, una de cada cuatro personas tiene un déficit en la actividad de esta enzima, siendo más frecuente en mujeres que en hombres por cuanto la mujer tiene genéticamente menor actividad DAO. Los síntomas más frecuentes derivados del déficit de DAO son trastornos gastrointestinales y migraña, teniendo relación directa con los dolores musculares, la piel atópica, la fatiga, la alternación del sueño o incluso los acúfenos, síntomas que claramente se agudizan en Navidad.
Si bien la histamina está presente en todos los alimentos, en mayor o menor medida, son algunos de los alimentos que se consumen típicamente en Navidad los que presentan mayor concentración de histamina, como los canapés, embutidos, ahumados, marisco, salsas como la bechamel, quesos y dulces típicos de estas fiestas. El cava, y las bebidas alcohólicas en general, tienen un doble efecto pues además de presentar un elevado contenido de histamina, el alcohol inhibe o bloquea la actividad de la enzima DAO.
La Sociedad Internacional de Déficit de DAO recomienda consumir estos alimentos con moderación, reducir o evitar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente espumosas y, si hace falta, suplementar el menú con enzima DAO para favorecer la metabolización de la histamina ingerida y su eliminación sin sufrir las consecuencias. Ante la dificultad de seguir una dieta baja en histamina durante la Navidad, los expertos proponen ciertas pautas para evitar una acumulación excesiva de histamina que podría tener efectos nocivos para la salud.
 
Alimentos que conviene evitar:
  •  Alimentos procesados como los embutidos, leche y derivados lácteos (quesos, nata, salsas tipo bechamel, tártara...), alimentos precocinados y vegetales fermentados (como el tofu, salsa de soja, chucrut...)
  • Bebidas alcohólicas, pues el alcohol inhibe la actividad de la DAO, además de ser altamente histamínicas. Especialmente las espumosas como el cava o champagne.
Alimentos que conviene reducir:
  •  Alimentos liberadores de histamina endógena como el marisco (mejillones, gambas...), los turrones (por su contenido en chocolate, leche y frutos secos), pasteles (por la clara de huevo, especies como la canela o la crema y las frutas del roscón de reyes).
  • Alimentos en conserva como las anchoas o el atún en lata.