Una imagen de la travesía de Lopera. Foto: Antonio Marín. |
El cinturón de seguridad es el elemento de seguridad pasiva
más eficaz de los vehículos y el que más vidas ha salvado. Según se desprende
de los datos del proyecto ESRA
(Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía), realizada en 38 países,
el 80% de los españoles declara haber utilizado el cinturón de seguridad como
conductor durante la conducción en el último año, un 81% reconoce haberlo
utilizado como pasajero en el asiento delantero del coche y el 70% como
pasajero en los asientos traseros del coche.
Estos datos muestran que pese a que su uso es obligatorio
para todos los ocupantes de vehículos, queda un pequeño reducto de ocupantes
reticentes a ponérselo, motivo por el cual, la Dirección General de Tráfico
durante esta semana va a intensificar la vigilancia sobre el uso de dicho
dispositivo de seguridad.
Los datos de la encuesta mencionada, se ven reflejados
también en las cifras de siniestralidad vial. En 2017 el 24% de los fallecidos
de 12 años y más, usuarios de turismos y furgonetas no utilizaban el cinturón
de seguridad y en las vías urbanas no lo llevaban 35 de los 87 fallecidos. En
lo referido a los heridos hospitalizados en vías interurbanas no utilizaban
cinturón el 9% y en las urbanas ese porcentaje se elevó al 18%, hecho que
constata que el uso de dicho cinturón es menor en las ciudades que en
carretera.
El uso del cinturón de seguridad es uno de los pilares
fundamentales de la seguridad vial, motivo por el cual, esta campaña se enmarca
dentro del calendario anual de actuaciones especiales previstas por la
Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL). Esto significa que
en numerosos países las policías de tráfico van a incrementar la vigilancia de
su uso.
Por su parte, la Organización Mundial de la salud, recoge
también en sus informes, la importancia del uso de este dispositivo y aboga a
que los países incluyan en su legislación, la obligatoriedad de la utilización
del cinturón de seguridad. Aproximadamente
105 países, que representan el 67% de la población mundial, cuentan con leyes
que obligan al uso de este elemento de seguridad por parte de todos los ocupantes de
un vehículo.
El cinturón de seguridad ha evolucionado a lo largo de los
años, pasando de los dos puntos de anclaje originarios, a los de tres puntos que son los que actualmente
conocemos. Asimismo, la tecnología ha ayudado a que muchos vehículos lleven ya
incorporado un dispositivo sonoro y visual que recuerda a los ocupantes que
tienen que hacer uso del mismo.
Como ya se ha hecho con la velocidad, el control del uso del
cinturón de seguridad pasa por la vigilancia automatizada, como complemento a
la vigilancia que realizan los agentes de tráfico en carreteras. La DGT continúa
avanzando en desarrollos tecnológicos de
videoanálisis para la detección de la no utilización del cinturón así como como
del uso del móvil al volante.
Si importante es que lo adultos hagan uso del cinturón de
seguridad, en el caso de los menores el uso correcto de los sistemas de
retención infantil es fundamental. En 2017, 5 de los 17 menores de 12 años
fallecidos que viajaban en turismo o furgoneta no hacían uso del mismo.