Socios y amigos de ARLO que han asistido a la comida de convivencia. Foto: ARLO. |
Un
total de 398 personas iniciaron en 2018 un tratamiento por problemas
relacionados con el consumo de alcohol, 315 son hombres y 83 mujeres. En total,
durante 2018, los Centros de Tratamiento Ambulatorio de la Junta de Andalucía
han atendido a 853 personas por alcoholismo, con una edad media de 46,1 años y
que tardan una media de 13,5 años en solicitar ayuda desde que se inicia el
consumo abusivo de alcohol.
La
delegada de Salud y Familias, Trinidad Rus, ha asistido hoy a los actos
organizados por la Asociación ubetense NUDIALLI, con motivo del Día Mundial Sin
Alcohol, que se celebra hoy. En este sentido, ha felicitado a esta entidad “por
el trabajo que han desarrollado en la formación y acompañamiento de personas
afectadas y sus familiares”.
Las
personas atendidas en los Centros de Tratamiento Ambulatorio por alcoholismo
son las que presentan la media de edad más elevada. Entre las personas
admitidas a tratamiento por alcohol, el porcentaje de menores de edad es
reducido (0,3%). La edad media de inicio del consumo se sitúa en 16,4 años (en
hombres, 15,9 años; en mujeres 18,7).
El
alcohol sigue siendo la sustancia que más admisiones a tratamiento motiva en
Andalucía, de hecho, el 25% de las personas que iniciaron tratamiento por
adicciones durante el año pasado, lo hicieron por consumo de alcohol. El 40% de
las personas que inician tratamiento lo hacen por iniciativa propia, el 30%
derivado de centros sanitarios o por indicación de los profesionales sanitarios
que los atienden y un 17,5% por recomendación y apoyo de familiares y amistades.
En el
marco del Día Mundial Sin Alcohol, que se celebra hoy bajo el lema Hoy no bebo,
pruebo mi libertad’, la Consejería de Salud y Familias pone el acento en la
promoción y prevención de hábitos de vida saludable y destaca la elevada
morbilidad asociada al alcoholismo. En este sentido, Rus indica que “el
alcoholismo es una enfermedad y como tal tiene tratamiento que se adapta a cada
persona y es multifactorial”.
El Plan
Andaluz sobre Drogas y Adicciones establece estrategias preventivas con el
objetivo de evitar y/o reducir estas conductas adictivas, como por ejemplo el
programa Hábitos de Vida Saludable, a disposición de los centros docentes de la
comunidad sostenidos con fondos públicos, dirigidos a estudiantes de E.S.O. con
el objetivo de reforzar en el alumnado la importancia de un uso adecuado y
responsable de las tecnologías e Internet; o el programa comunitario de
prevención de las drogodependencias ‘Ciudades ante las Drogas’ realizado junto
con las corporaciones locales, cuyo principal objetivo es reducir o paliar el
uso y/o el abuso de sustancias y otras adicciones en población joven y otros
colectivas de riesgo.
“Por
tanto, el consumo de todas estas sustancias es un auténtico problema de salud
pública, especialmente preocupante en menores. Los datos de intervención
sanitaria en los centros de urgencia y hospitales arrojan cifras elevadas. En
total, las urgencias jiennenses atienden una media de 500 casos de patologías
directamente relacionadas con el alcohol”, ha indicado.
La
Organización Mundial de la Salud ha publicado un documento (Global status
report on alcohol and health 2018) que presenta un panorama completo del
consumo de alcohol y la carga de la enfermedad atribuible al alcohol en todo el
mundo. Más de 3 millones de personas en
todo el mundo mueren a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que
representa 1 de cada 20 muertes. Más de las tres cuartas partes de esas muertes
correspondieron a hombres. En general, el consumo nocivo de alcohol causa más
del 5% de la carga mundial de morbilidad.
De
todas las muertes atribuibles al alcohol, el 28% se debieron a lesiones, como
las causadas por accidentes de tránsito, autolesiones y violencia
interpersonal; el 21% a trastornos digestivos; el 19% a enfermedades cardiovasculares,
y el resto a enfermedades infecciosas, cánceres, trastornos mentales y otras
afecciones. Más allá de las consecuencias para la salud, el uso nocivo del
alcohol trae importantes pérdidas sociales y económicas a los individuos y a la
sociedad en general.