Imagen de un juguete. Foto: Junta de Andalucía. |
La Dirección
General de Consumo de la Consejería de Salud y Familias recuerda a la
ciudadanía la importancia de comprobar que los juguetes que se ponen a
disposición de niños y niñas sean seguros, algo a lo que prestar especial
atención ante los regalos navideños. Para ello, se debe verificar que los
productos dirigidos a menores de 14 años cuentan con el marcado CE, símbolo que
acredita el cumplimiento de la normativa europea en materia de seguridad.
A la hora de
elegir juguetes, Consumo recomienda, en primer lugar, optar por productos
adecuados a la edad del niño o de la niña que lo vaya a utilizar, y evitar
aquellos que transmitan valores sexistas, violentos o racistas. Antes de
comprar el producto se deben leer con detenimiento la etiqueta y las
instrucciones de uso, que deben estar en castellano, y prestar especial
atención a los consejos de uso y advertencias de seguridad.
Los juguetes
destinados a menores de tres años deben incluir el símbolo de limitación de
edad. Además, conviene comprobar que no tengan piezas pequeñas que se puedan
desprender y producir riesgo de asfixia, así como cintas, elásticos, cuerdas o
cadenas con una longitud que permita que se pueda enredar en el cuello. Se
recomienda evitar juguetes fabricados con plásticos delgados y quebradizos, ya
que pueden romperse en pedazos pequeños o dejar bordes cortantes, y comprobar
que la pintura de los juguetes no se destiñe, puesto que podría ser tragada al
llevárselo a la boca.
En el caso de
los juguetes eléctricos, no deben contener dispositivos que produzcan calor. Si
funcionan conectados a la red, deben acompañarse siempre de un transformador de
24 voltios, y si funcionan a pilas, se debe comprobar que las mismas estén en
un compartimento aislado. En cuanto a los juegos de química, conviene tener
especial precaución con sus componentes, que pueden ser tóxicos y causar
envenenamiento en caso de ingestión. También se debe tener cuidado con los
globos rotos o deshinchados, que pueden provocar asfixia. A la hora de adquirir
pinturas, ceras o rotuladores, se debe comprobar en la etiqueta que no son
tóxicas.
Por último,
Consumo recomienda, siempre que sea posible, probar el juguete en la misma
tienda para comprobar su correcto funcionamiento antes de adquirirlo. En todo
caso, se debe pedir y conservar el ticket o factura de compra, ya que es
necesario para realizar cualquier reclamación o devolución relacionada con el
producto. Asimismo, se recomienda, siempre que sea posible, realizar las
compras en establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que de
esta manera se garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar
resuelta de forma rápida y gratuita.
En el caso de
los videojuegos, se recomienda adquirir aquellos adheridos al código PEGI (Pan
European Game Information), un sistema de clasificación de contenidos que
permite identificar las edades aconsejadas para su uso, limitando así la
exposición de las personas menores de edad a contenidos que podrían resultarles
inadecuados.
Los
videojuegos adheridos a este código presentan unos logotipos especiales en su
etiquetado, consistentes en unos cuadrados de colores con un número que dividen
en cinco franjas de edad los contenidos recomendados. Son verdes para aquellos
videojuegos aconsejados para menores de más de 3 o de 7 años; naranjas para los
recomendados para mayores de 12 o de 16 y rojos para los que no son aptos para
menores de 18.
Además, este
código de autorregulación establece unos iconos para identificar claramente los
juegos que puedan contener material que incluya lenguaje soez o palabrotas
(representado por un bocadillo de cómic con diferentes símbolos); que favorezca
la discriminación (representado con tres figuras de distintos colores); que
haga referencia o muestre el uso de drogas (con la imagen de una jeringuilla);
que pueda asustar o dar miedo (con el dibujo de una araña); que contenga
desnudos o referencias sexuales (con el símbolo del sexo masculino y femenino);
que tenga contenidos violentos (representado con un puño cerrado); que fomente
el juego de azar (con la imagen de dos dados), o que se pueda jugar en línea
(representado por un globo terráqueo conectado con tres pantallas).
La Dirección
General de Consumo de la Consejería de Salud y Familias realiza con carácter
anual una campaña de inspección con el objetivo de comprobar que los juguetes a
la venta están correctamente etiquetados y cumplen con los requisitos de
seguridad establecidos en la normativa. Para el año 2019, está previsto
realizar al menos 520 controles de etiquetado, así como la toma de 37 muestras
de productos a la venta para su envío a un laboratorio, en el que se realizarán
diferentes pruebas para verificar que se ajustan a la normativa aplicable en
materia de seguridad.
En el caso de
que se detecten irregularidades en los artículos que puedan afectar a la
seguridad de las personas que las utilicen, se valora el riesgo y, en su caso,
se incluye el producto afectado en la Red de Alerta de Productos de Consumo, un
sistema de intercambio rápido de información que funciona a nivel europeo y
cuyo objetivo es detectar de la manera más ágil posible artículos inseguros,
con la finalidad de poder adoptar medidas que impidan la comercialización de
estos productos, ya sea a través de la inmovilización o la destrucción de los
mismos. Tanto en el caso anterior como si se detectan irregularidades de tipo
informativo (por ejemplo, que el etiquetado no esté en castellano), se
remitirán las actuaciones al departamento correspondiente para el inicio del
oportuno procedimiento sancionador.
Esta campaña
de control se desarrolla en el marco del Plan de Inspección de Consumo 2019,
que incluye un total de 26 campañas que supondrán aproximadamente 9.000
actuaciones de control dirigidas a garantizar y reforzar la protección de los
derechos de las personas consumidoras y asegurar que los productos y servicios
que están a la venta cumplen los requisitos de seguridad y calidad que exige la
normativa vigente.
Ante cualquier
duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con
Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las
personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y
Familias de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que
se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80,
de la página web www.consumoresponde.es,
del correo electrónico (consumoresponde@juntadeandalucia.es);
del perfil de Twitter (@consumoresponde); y el de Facebook (https://www.facebook.com/consumoresponde/).
También se
puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las
delegaciones territoriales de Salud y Familias presentes en todas las capitales
de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor
(OMICs), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.