sábado, 2 de enero de 2021

El porcentaje de andaluces que trabajan desde casa se duplica por el efecto de la pandemia.

La pandemia ha impulsado el teletrabajo. Foto: Pixabay.

Sí, el teletrabajo ha llegado para quedarse. Así se desprende de los datos que arroja el nuevo Barómetro Andaluz de la Fundación Centro de Estudios Andaluces (CENTRA). Realizado entre el 23 de noviembre y el 3 de diciembre con un total de 3.600 entrevistas, este estudio de opinión pública pone de manifiesto que el porcentaje de andaluces que teletrabaja se ha duplicado por el efecto de la pandemia, lo que supone todo un acelerón en la tendencia del mundo laboral que en 2019 presentaba indicadores bien diferentes.

Antes de la crisis del Covid-19, tan sólo el 6,4% de los andaluces teletrabajaba al menos una vez a la semana, si bien durante los meses del estado de alarma y el confinamiento el porcentaje de teletrabajadores, según recoge el Barómetro Andaluz, se multiplicó por 3,4 hasta alcanzar el 21,3%.

Esto ha supuesto un gran cambio de tendencia que se está manteniendo en el tiempo ya que en la actualidad más del 68% de los andaluces, cuyo trabajo les permite teletrabajar, asegura seguir haciéndolo al menos parcialmente, esto es, varias veces al mes, a la semana o incluso diariamente.

Al comparar estos datos con los europeos que se desprenden de la encuesta Eurofound 2020: Living, working and Covid-19, en Andalucía teletrabajaban diariamente alguna vez a la semana antes de la pandemia tan sólo un 6,4% de andaluces, muy por debajo de la media europea, que se situaba en el 16,1%, y de la media española, con un 13,6%.

Paradójicamente, son las mujeres la que menos teletrabajan después de la pandemia.

Conciliación.

Resulta también muy relevante la opinión de los andaluces con respecto al teletrabajo como medida para facilitar la conciliación. En este sentido, casi cuatro de cada diez andaluces con hijos (el 37,9%) consideran que teletrabajar podría ayudarles a armonizar sus responsabilidades laborales con el cuidado de sus hijos. Observando los datos por sexo, el teletrabajo como opción para la conciliación no es cuestión de género.

Asimismo, por edades, quienes afirman que teletrabajar les ayudaría a conciliar son en buena parte los andaluces y andaluzas con entre 35 y 44 años, en concreto un 40%; porcentaje que se eleva hasta el 46% entre los 45 y los 54 años. Este segmento de población comprende a aquellos que tienen hijos menores de edad que necesitan de cuidados y compañía.

Preguntados sobre su grado de satisfacción hacia los diferentes servicios que han implementado el teletrabajo para atender a sus clientes o usuarios en estos meses –siete de cada diez personas aseguran haber utilizado prestaciones de este tipo-, los andaluces expresan opiniones divergentes.

De este modo, el 55,2% considera que al tratarse de un servicio que se prestaba por teletrabajo la calidad de la atención había empeorado, mientras que un 42,8% opina que se ha realizado igual o mejor que el que se prestaba de manera presencial antes de la pandemia.

Asimismo, el 45,6% de los andaluces considera que la modalidad de teletrabajo implementada por la Administración Pública es adecuada o buena, mientras que quienes juzgan que la función pública «está abusando» de esta modalidad laboral suman un 43,7%.

Para que el teletrabajo continúe en toda la Unión Europea los agentes sociales deben trabajar para desarrollar disposiciones que garanticen el teletrabajo o la idoneidad de tareas específicas para el teletrabajo, en cualquier marco o acuerdo legal. También será fundamental aclarar cómo las empresas pueden contribuir a los gastos vinculados al trabajo desde casa, así como garantizar la igualdad salarial y el acceso a la formación para quienes trabajan de forma remota.