“La Junta tiene que quejarse menos y trabajar más, porque el Gobierno está haciendo un importante esfuerzo en medio de las dificultades internacionales, mientras que Moreno Bonilla sólo se dedica guardar vacunas, a buscar pelea institucional y a crispar el ambiente. Lo que tiene que hacer la Junta es reabrir los centros de salud, reforzar los hospitales y contratar más profesionales sanitarios para poder atender esta tercera ola”, resume.
La parlamentaria socialista reitera que la Junta y el PP también “tienen que hacer un ejercicio de transparencia informativa y aclarar en público si hay altos cargos que se han vacunado en la provincia de Jaén antes que muchos profesionales sanitarios que sí están en primera línea”. “No entendemos el oscurantismo que rodea a este tema. Esperamos que la delegada territorial de Salud facilite esta información cuanto antes, por cuanto ella debe saber si se están cumpliendo los protocolos con el máximo rigor”, señala.
Férriz avanza en cualquier caso que el PSOE ya ha registrado una batería de iniciativas en el Parlamento para que la Junta “detalle quién se ha vacunado en Andalucía, con nombres y apellidos”.
La coordinadora parlamentaria reprocha igualmente a la Junta de Andalucía que “presuma de tener superávit en una pandemia en la que los centros sanitarios de la provincia presentan un importante déficit de profesionales, servicios y especialidades, un déficit de rastreadores, un déficit en las intervenciones quirúrgicas, un déficit en las infraestructuras y, en definitiva, un déficit en la calidad de la atención a los pacientes”.
“La Junta dice que le sobra el dinero mientras los profesionales sanitarios están desbordados, no se contratan refuerzos, la presión hospitalaria se dispara, el Hospital de Cazorla sigue al 20% de funcionamiento y las Urgencias del Centro de Salud del Bulevar todavía no están abiertas. Eso sí, el trasvase de fondos públicos hacia la sanidad privada sigue imparable”, resume.
La Junta dice que tiene superávit, prosigue Férriz, pero eso “no se ha traducido en más pruebas PCR, donde Andalucía sigue a la cola de España, ni en más ayudas para hosteleros, comerciantes, autónomos, pymes o empresas del turismo y la cultura, que se han visto totalmente abandonados por el Gobierno andaluz”.