Para prevenir el cáncer de piel se recomienda no tomar el sol entre las 12 y las 16 horas en época estival, así como no permanecer bajo el sol durante largos periodos de tiempo. “Es importante protegerse con cremas solares de alto factor de protección y repetir su aplicación cada 2-3 horas, usar gafas de sol, sombrillas y ropa clara o con filtros para protegerse del sol y beber agua frecuentemente”, indica el especialista en Dermatología del Hospital Universitario de Jaén, Pedro Aceituno.
El cáncer de piel es uno de los tumores más fácilmente prevenibles tomando unas precauciones básicas, principalmente controlando la exposición a los rayos del sol y evitando las quemaduras solares especialmente en infancia y adolescencia. Igualmente, debido a que sus signos pueden verse precozmente, se puede detectar en una fase temprana, por lo que es importante concienciar a la población de la importancia de vigilar las signos de alerta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer cutáneo es el tipo de cáncer más frecuente en el mundo y la incidencia de melanoma -el tipo más grave de cáncer de piel por su capacidad de generar metástasis- se está incrementando más rápidamente que cualquier otro cáncer. En Andalucía, que es una de las regiones de Europa con más horas de sol, se estima que se detectan alrededor de 13.000 casos anuales de los que alrededor de 700 serían melanomas. El más frecuente, sin embargo es el cáncer cutáneo no melanoma: el carcinoma basocelular y el carcinoma epidermoide, este último con capacidad de producir metástasis.
En torno a un 40% de las personas que trabajan en exteriores padecen al menos una quemadura solar con motivo de su actividad laboral. Las quemaduras solares son uno de los principales factores de riesgo de desarrollar cáncer de piel, una patología que puede ser grave, costosa e incluso a veces, mortal, pero que se puede prevenir con unas sencillas medidas de prevención.
Para aquellos trabajadores que desarrollan parte de su actividad al aíre libre en sectores como la construcción, mantenimiento de parques, playas o jardines y servicios como la hostelería, entre otros, se recomienda reforzar la seguridad frente al sol y proporcionar protección cuando sea posible (ropa de trabajo, gafas, sombrero, cremas solares); programar descansos en sombra y llevando a cabo rotación de puestos de trabajo; evitar en lo posible las horas centrales del día en ciertas tareas al aíre libre y fomentar las revisiones médicas entre los profesionales (vigilancia de la salud), entre otras medidas.