La publicación elaborada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica aconseja, en líneas generales, no acudir a estos eventos en caso de ser positivo por Covid; si se está en aislamiento, o si se presentan síntomas leves compatibles con la enfermedad.
Con respecto a las medidas de salud pública en las romerías incluidas
en la guía, se recomienda utilizar agua con garantía de potabilidad y
beberla con asiduidad; lavarse las manos con frecuencia; respetar al
máximo la limpieza de los entornos naturales; utilizar repelentes de
insectos; usar prendas y cremas protectoras para protegerse de los rayos
solares; extremar la higiene personal y de los utensilios utilizados
para la preparación de alimentos; conservar los alimentos a las
temperaturas adecuadas para cada caso, y evitar la elaboración de
comidas con huevo crudo o carne picada que no vaya a sufrir tratamiento
térmico adecuado, así como elaborar las comidas con la menor antelación a
su consumo sin guardar los restos.
Recintos feriales.
Respecto a las ferias, verbenas y otras actividades festivas populares o tradicionales, se recomienda evitar que la disposición de las casetas y de las atracciones de feria favorezca las aglomeraciones de personas en las calles del recinto ferial; respetar el aforo de casetas u otros locales y mantener una ventilación permanente adecuada de las mismas, preferentemente natural y cruzada. Además, en dichos espacios, se recuerda la obligación de mantener el uso de la mascarilla, salvo que la naturaleza de la actividad realizada lo impida (ingestión de comida o bebidas), siempre que la normativa vigente así lo exija.
Respecto a las medidas de salud pública en estos eventos, la publicación solicita también dotar de un adecuado suministro de agua potable y conexión a red de saneamiento a las casetas; mantener una adecuada higiene del personal, equipos y utensilios usados en las elaboraciones de alimentos realizadas en las casetas; evitar la elaboración de alimentos con huevo crudo o carne picada que no vayan a sufrir un tratamiento térmico adecuado y elaborar los alimentos con el menor tiempo posible antes de su consumo o en su caso, conservarlos protegidos evitando contaminaciones cruzadas y a las temperaturas adecuadas.