Catalina García y Patricia del Pozo, en la entrega de ordenadores portátiles en las Aulas Hospitalarias del Virgen del Rocío. Foto: Junta de Andalucía. |
El Programa de Aulas Hospitalarias cuenta con 62 unidades atendidas por 59 docentes en total, de las que 47 son Aulas Hospitalarias y 15 Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil. Todas ellas recibirán ordenadores Chromebooks portátiles, con sistema operativo Chrome OS, táctiles y una pantalla de 11,6”, destinadas al alumnado y el profesorado.
Patricia del Pozo ha destacado que las nuevas tecnologías “son fundamentales para garantizar el derecho a la educación de los alumnos y prevenir el posible desfase escolar, fruto de la estancia de los menores en el hospital”.
Por su parte, Catalina García ha calificado estas aulas como un “refugio” para estos niños de la enfermedad y el dolor. Un lugar, ha dicho, que “les conecta, en cierto modo, con lo cotidiano de acudir a una escuela y hacerlo con la última tecnología”. En este sentido, ha agradecido la labor de los docentes, personal sanitario y voluntarios que forman parte de este valioso recurso.
La entrega de los dispositivos forma parte de la ejecución del programa ‘Educa en Digital’, que tiene como objetivo de atender la escolarización del alumnado hospitalizado, para que pueda continuar con el proceso educativo con total normalidad. Este programa repartirá casi 80.500 dispositivos, lo que supone una inversión de más de 19 millones de euros, en los centros de enseñanza andaluces, siendo esta la primera entrega. A partir del mes de septiembre, irán llegando semanalmente a los centros educativos de Andalucía.
La actuación por parte del profesorado que atiende estas aulas debe tener en cuenta todas las circunstancias que rodean al niño hospitalizado (angustia, ansiedad, desmotivación, aburrimiento, etc.), por lo que es muy importante emplear técnicas que fomenten la creatividad, el perfeccionamiento de las destrezas y las habilidades y capacidades manipulativas, así como la utilización de tecnologías educativas. El programa de atención a este alumnado tiene distintas modalidades, todas ellas, con el objetivo de compensar las dificultades del alumnado enfermo y garantizar la continuidad de su proceso educativo.
Actualmente, el Aula Hospitalaria del Virgen del Rocío atiende, cada año, a más de 1.200 menores de 16 años. En concreto, 1.048 niños acuden lo largo del año al aula del Hospital Infantil, mientras que en el aula de Oncología Pediátrica reciben atención 91 escolares. Ambos espacios son recursos de los que dispone la Junta de Andalucía, en los que se fusiona el cuidado sanitario y educativo. En Andalucía, hay ingresados de media al año unos 37.000 niños, con una estancia media que ronda los 5,5 días.
El Hospital Infantil dispone de dos aulas hospitalarias, una en la segunda planta y otra en la planta de Oncología Pediátrica. Maestros de Educación Especial de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, junto a auxiliares del hospital, son los encargados de acompañar y enseñar a los niños mientras permanecen ingresados. Su trabajo consiste en garantizar el seguimiento escolar de los más pequeños y evitar así el desfase curricular que podría provocar el ingreso hospitalario.
Además, realizan numerosos trabajos de manualidades, como los murales que lucen en los pasillos y escaleras del Hospital Infantil. También disfrutan de actividades especiales en días señalados como la exposición de christmas en Navidad, la elaboración de pasos y estandartes en Semana Santa, la recreación del recinto de la Feria de Abril, o los talleres de alimentación saludable.
Todas las tareas se planifican y organizan con otros profesionales del Hospital Infantil como parte del proceso de recuperación. Además de en las aulas, los maestros atienden a los niños en las habitaciones cuando no pueden desplazarse, o en la sala de diálisis, en la que pueden permanecer hasta cuatro horas para recibir terapia.
La atención educativa de los menores ingresados en los centros sanitarios es una de las medidas contempladas en el Decreto de Atención Integral al Niño Hospitalizado, que establece el derecho que tienen a recibir una atención adaptada a sus características y necesidades. Como señalan los maestros, “es un entorno de integración social, que ayuda a desdramatizar un poco la enfermedad y donde los niños ven que hay otros que han pasado por lo mismo. Los padres también se dan consejos entre ellos y nosotros les apoyamos y escuchamos”.