Desde la asociación lamentan la bajada del consumo del pan lo que ha provocado que las panaderías estén cerrando. Además afirman que uno de los problemas que más sufren es la dificultad para el relevo generacional por lo que hay pueblos que ya no tienen panadería por lo que temen que en unos años se pierda el oficio.
Por eso el presidente provincial ha asegurado que “tenderemos esa mano para donde gobernamos darles el apoyo y ayudar a facilitar el relevo y conseguir esa imagen de marca”. Porque es algo “ necesario”, teniendo en cuenta que entre el 20 y el 25% de las panaderías se han perdido en los últimos 5 años y se ha reducido el consumo casi un 50%. “Apostaremos por mantener nuestro pan como un producto único porque además eso supondrá también que retorne en empleo”.