Desde UPA insisten en defender unos precios justos para todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, pero lo que no podemos permitir es que unos pocos se lleven el mayor beneficio a costa del sudor de los agricultores. Entendemos que estos bajos precios en origen son una situación forzada artificialmente para dejar en fuera de juego al olivar tradicional y que unos pocos se queden con el negocio. Se ha venido utilizando el argumento de la gran campaña que viene para bajar los precios y la realidad nos dice que la próxima cosecha será, como mucho, media, debido a distintos factores.
El secretario de Agricultura de UPA Jaén, José Gilabert, confirma que los datos de la AICA corroboran las sensaciones de la Organización: “Los olivareros seguimos perdiendo dinero, mientras que la comercialización marcha con una velocidad de crucero que hace que, ahora mismo, hayamos vendido ya el 80% del aceite de oliva que hemos producido en España y que vayamos a superar los 1,5 millones de toneladas vendidas, más de lo que producimos esta campaña. Esto hace que vayamos a llegar al enlace más corto entre campañas de los últimos años. Y, sin embargo, con una comercialización en junio de otras 135.000 toneladas, incluidas las importaciones, el precio en origen se mantiene inalterable por debajo de los costes de producción”, afirma José Gilabert.
“¿Cómo es posible que, con esta situación de cosecha media, elevada demanda y previsiones de una campaña más o menos media, el precio en origen siga sin levantar cabeza? Creemos que son necesarios mecanismos de mercado para regular un estado de los precios que no se regula simplemente con la oferta y la demanda, tal y como estamos comprobando estos meses. El precio del aceite de oliva tiene que ser el adecuado, tanto para el productor como para el consumidor”, argumenta el secretario de Agricultura de UPA Jaén.
En España se han producido 1.414.382 toneladas; de las que Andalucía aporta 1.142.476 toneladas y Jaén 560.033, y en los nueve meses que llevamos de campaña de comercialización se han vendido 1.135.000 toneladas, lo que da una media de 126.000 toneladas mensuales. “Queda muy poco aceite de oliva producido por vender, por lo que vamos a llegar al enlace entre campañas con un stock muy corto y afrontaremos otra recolección media, según las previsiones que manejamos en la actualidad. De ahí que pedimos prudencia al sector productor para defender un precio justo para nuestros olivareros. Porque no tiene ningún sentido que, ante la elevada demanda que existe, los precios estén así de bajos y ni siquiera cubran los costes de producción en el olivar tradicional”, concluye José Gilabert.
Junio cierra con unas existencias totales de 645.127 toneladas, de las 443.800 están en manos de cooperativas y almazaras; 196.147 las tienen los envasadores, mientras que en el Patrimonio Comunal Olivarero hay 5.180 toneladas.