 |
| Mercadillo. Foto: Junta de Andalucía. |
La Dirección General de Consumo recuerda a la ciudadanía que es
esencial ejercer un consumo responsable, de forma que se dé prioridad a
la calidad, la seguridad, la salud, y sobre todo a la protección de
nuestros derechos como personas consumidoras y usuarias. Por ello, desde
la Junta de Andalucía recalcan que estos derechos solamente están
garantizados si acudimos al comercio seguro.
Los derechos de las personas consumidoras (información a través del
etiquetado, reclamaciones, arbitraje, garantía, etcétera) se ven
socavados cuando se compran productos en el comercio ilegalmente, además
de suponer un evidente riesgo para la seguridad y la salud.
Los productos que se comercializan en el comercio con carácter ilegal
–como la venta ambulante no reglada– carecen de cualquier tipo de
garantía y cuentan con una pobre calidad (discos de música, juguetes,
bolsas y otros artículos de marroquinería, gafas de sol, textiles,
aparatos electrónicos, etc.), y muchos de ellos son falsificaciones de
conocidas marcas o tienen un origen desconocido o ilícito. Cuando se
trata de alimentos que se venden en el mercado ilícito, además de no
contar con garantías sobre su procedencia, registro sanitario o la
información a la que están obligados por la normativa de consumo, existe
un alto riesgo para la salud.
La Dirección General de Consumo es asimismo consciente de la
problemática de los hurtos reincidentes en los comercios, que generan
enormes pérdidas para el sector comercial y repercute directamente en
las personas consumidoras, no sólo desde el punto de vista de la
seguridad, sino que también tiene consecuencias negativas en la cesta de
la compra, con el alza de los precios derivada de estos incidentes.
Consumo destaca que gran parte de los hurtos se realizan sobre
productos de cierto valor, como bebidas alcohólicas, perfumes o
embutidos y que encuentran fácil salida en el mercado negro.