El país amanecerá expectante el próximo miércoles ante la sexta huelga general convocada por motivos socio-laborales desde la instauración de la democracia.
Los organizadores de la protesta, UGT y CC.OO, afirman por activa y por pasiva que están seguros del éxito de su apuesta. Los miembros del Gobierno, con su presidente a la cabeza, confían en la madurez de la sociedad española y esperan un seguimiento insignificante, similar al de la huelga de empleados públicos del pasado 8 de junio.
Pero unos y otros son conscientes de que encima de la mesa hay un órdago de resultados imprevisibles, en el que se juegan parte de su prestigio e influencia para los próximos años.
Fuente: Colpisa.