viernes, 10 de abril de 2015

El subdelegado del Gobierno advierte de que aún quedan 51 ayuntamientos en la provincia sin estaciones depuradoras.

El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, se dirige al público asistente.
El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, ha defendido hoy el contenido del Plan Hidrológico del Guadalquivir por sus objetivos de atender la demanda de agua,  proteger y mantener su buen estado y permitir una gestión racional y sostenible de este recurso. Para el subdelegado, la mejor política del agua tiene que conducir a la mejora de su calidad, la racionalización de su empleo, el abaratamiento de su costo y la armonización de su uso con el medio ambiente.
Juan Lillo, que ha presidido hoy la presentación del proyecto de Plan Hidrológico del Guadalquivir, en un acto celebrado en la Subdelegación del Gobierno, ha lamentado el retraso de años con el que llega este plan, que debía haber estado concluido en 2009 por mandato de la Unión Europea, pero que su redacción sólo ha sido posible con el actual equipo de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que en un tiempo record  logró la elaboración del proyecto del plan, que fue aprobado en 2013 por el consejo de Ministros y que actualmente se encuentra ya en fase de información pública.
En su intervención, el representante del Gobierno ha mencionado como una de las principales novedades del plan la puesta en marcha de medidas de ahorro y eficiencia y su apuesta por la modernización en los consumos para riesgos agrícolas, junto con la protección de la calidad del agua. En este capítulo se ha referido a la obligatoriedad del establecimiento de depuradoras en todos los puntos de vertido antes de finales de 2015, advirtiendo, sin embargo, del gran atraso que lleva la provincia de Jaén en la instalación de estas plantas de depuración de aguas residuales: 51 ayuntamientos sin estaciones depuradoras (EDAR), otros 15 con plantas que no funcionan, además de 21 pedanías que carecen de estos equipamientos y otras 3 que, aun teniéndolos, se encuentran fuera de funcionamiento.
Más adelante, Juan Lillo se ha referido a las medidas ecológicas que contempla el nuevo Plan Hidrológico, como la implantación de caudales ecológicos y el establecimiento del sistema único de cuenca, que permitirá ofrecer las mismas garantías a los distintos usuarios, finalizando con la idea de que la explotación de la cuenca no puede ser deficitaria, “por lo que tendremos que optimizar al máximo las inversiones para que desemboquen en un equilibrio que permita tener unas tarifas razonables para los distintos usos del agua”.
Al acto, primero de un ciclo organizado por la CHG por las capitales y ciudades andaluzas para informar y debatir sobre el proyecto del plan, han asistido numerosos representantes de colectivos y usuarios del agua, como comunidades de regantes, consumidores, industriales, organizaciones agrarias y administraciones públicas. No obstante, el subdelegado del Gobierno ha hecho notar la ausencia de responsables de la Junta de Andalucía  en un encuentro tan importante para debatir sobre el contenido de un programa que afecta a más de 4 millones de andaluces y que va a suponer la realización de inversiones superiores a los 4.000 millones de euros en la cuenca del Guadalquivir en los próximos 12 años.