La consejera de Cultura, Rosa Aguilar. Foto: Junta de Andalucía. |
La consejera de Cultura,
Rosa Aguilar, ha informado en comisión parlamentaria sobre el contenido
del convenio marco firmado el pasado mes de junio con la Consejería de Salud y la Universidad de Granada
por el que se establecen las bases de colaboración en actuaciones
relacionadas con las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la
Posguerra.
Así, ha resaltado que "una
vez más" Andalucía da un "paso al frente" sentando las bases de un
futuro banco de ADN "ante la inacción más absoluta del Gobierno de
España", ejerciendo "nuestro deber de memoria" para dar respuesta a la
aspiración de miles de andaluces que no es otra que "la recuperación
física y la reparación moral de las víctimas y sus familias, pudiendo
identificar a sus seres queridos y poder así darles una sepultura
digna".
Un acuerdo, ha señalado la consejera, que es el resultado de
más de un año de colaboración entre las consejerías y la Universidad
granadina con el doble objetivo de desarrollar comparativas genéticas
entre los familiares de las víctimas y los restos óseos localizados en
las actuaciones en fosas, y de crear una base de datos a nivel andaluz
con los datos de las víctimas y familiares.
Aguilar ha resaltado que se trata de un proyecto "tan
necesario como ambicioso, y por ello laborioso, complejo y largo", que
mantiene desde el primer momento el "cuidado necesario y la excelencia"
científica que merecen las víctimas y sus familiares. Por ello, la
consejera ha trasladado a los miembros de la comisión su ofrecimiento
para realizar una visita al centro donde se llevan a cabo las tareas de
identificación, y así conocer el detalle de todo este proceso técnico.
En este sentido, la consejera ha destacado la "necesidad y
la suerte" de contar con la participación del equipo de profesionales de
reconocido prestigio internacional del Departamento de Medicina Legal,
Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada,
institución que ha demostrado un "compromiso firme y continuado" con el
uso de las técnicas de análisis genético con "fines humanitarios y de
apoyo a la verdad y a la justicia participando en la identificación de
víctimas de dictaduras, guerras o desastres humanitarios en Chile, Perú,
Colombia, Guatemala o México, entre otros. Dentro del España, también
ha sido la primera universidad en identificar por medio del ADN a una
víctima de la Guerra Civil.
Así, Aguilar ha subrayado que la comunidad andaluza es
"referente" en el impulso y desarrollo de políticas públicas en materia
de Memoria Democrática, y el trabajo que se está llevando a cabo en esta
materia "es mirado muy de cerca" desde otras comunidades y cuenta con
la participación y el respaldo de familiares de las víctimas, entidades
memorialistas, ayuntamientos, diputaciones, la comunidad científica y
una amplia parte del arco político.
La consejera ha recalcado también el compromiso total del
Gobierno andaluz con las víctimas y ha lamentado que desde el Ejecutivo
central no se haya trabajado en la creación de un banco de ADN a nivel
nacional tal y como ha solicitado la ONU en su informe sobre
Desapariciones Forzadas o Involuntarias del año 2013 (artículo 24), y
como han pedido los expertos en la materia que señalan que la creación
de una base de datos a nivel estatal sería el marco idóneo, ya que "una
de las consecuencias más terribles de la Guerra Civil, la represión y la
dictadura fue la deslocalización geográfica de las víctimas y sus
familias".
Sobre la creación del Banco de ADN, la consejera ha indicado
que el objetivo fundamental de su puesta en marcha es aunar esfuerzos y
establecer los lazos de colaboración y coordinación necesarios para
realizar las actuaciones precisas que puedan derivarse del proceso de
identificación. Así, estas actuaciones estarán encaminadas a intervenir
en los procesos de custodia de los restos óseos y muestras biológicas,
así como a realizar las pruebas que se requieran para la identificación
de las víctimas, incluyendo los análisis genéticos de éstas y de sus
familiares.
El plan de trabajo, las fases del proceso, la cronología de
su desarrollo así como los recursos técnicos, humanos y económicos se
irán determinando a través de convenios específicos que firmarán las
tres partes. El convenio contempla además la creación de una comisión
mixta, compuesta por dos representantes de cada una de las partes
firmantes, y de carácter paritario que velará por el cumplimiento del
acuerdo.
A día de hoy, ha informado Aguilar, la Universidad de
Granada ya está trabajando en el cotejo y análisis de las muestras
tomadas de víctimas y familiares por parte de los equipos técnicos que
han desarrollado las labores de exhumación en fosas de las provincias de
Huelva, Cádiz o Córdoba.
La identificación de las muestras se desarrolla desde el
Centro Genyo de Genómica e Investigación, que es un espacio para la
investigación de excelencia sobre la genética con colaboración
público-privada (entre Pfizer, la Univerisidad de Granada y la Junta de
Andalucía). Un centro con más de 120 investigadores, donde se
desarrollan proyectos de ámbito nacional e internacional y que mantiene
lazos de colaboración con 20 universidades, 10 hospitales y 15 centros
científicos.
El centro cuenta con un equipo de especialistas dedicados al
estudio integral del ADN y agrupa las más modernas plataformas para
todo tipo de técnicas que permitirán conseguir la mayor cantidad de
información en el menor tiempo posible, incluso en aquellos casos más
complejos de identificación.