El módulo del algodón baja en zonas de Sevilla y Cádiz, pero no en Córdoba ni Jaén. Foto: COAG. |
El Boletín Oficial del Estado (BOP) ha hecho pública la Orden
HFP/377/2017, de 28 de abril, por la que se reducen para el período
impositivo 2016 los índices de rendimiento neto aplicables en el método
de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, para las actividades agrícolas y ganaderas afectadas por
diversas circunstancias excepcionales.
COAG-Jaén considera que la decisión del Ministerio presenta luces y
sombras porque, si bien hay sectores y zonas concretas que han visto
reconocidas con la reducción de módulos las dificultades atravesadas en
el pasado año, hay otros, como es el caso del olivar, que no lo han sido
suficientemente o en todas las zonas afectadas, e incluso algunos que
ni siquiera aparecen en la Orden.
Así, por ejemplo, el olivar se ve reducido solo en municipios
concretos (solo cuatro en toda la provincia de Jaén: Arroyo del Ojanco,
Beas de Segura, Puente de Génave y Villanueva del Arzobispo, al 0,13),
mientras el módulo del algodón baja en zonas de Sevilla y Cádiz, pero no
en Córdoba ni Jaén. COAG ha mostrado su decepción porque el Ministerio
de Hacienda no haya sido sensible a sus peticiones de rebajar el módulo
fiscal del olivar y el algodón de forma generalizada en la provincia de
Jaén. En opinión de la Coordinadora, ambos índices (del 0,26 y 0,32
respectivamente) se encuentran muy por encima de la rentabilidad, por lo
que insiste en que es necesaria una rebaja del módulo fiscal.
Por otro lado, valora de forma positiva la rebaja que ha aprobado
sobre la apicultura, que se ha quedado en un índice de 0,18; así como
los cereales (0,18) y el ovino en 0,09. También se han aplicado
reducciones sobre la ganadería bovina y porcina.
Por último, COAG recuerda que esta Orden se ha publicado con un
considerable retraso, como ya denunciamos la semana pasada, dado que la
campaña de la renta comenzó el 5 de abril. No podemos olvidar la
urgencia que tienen los productores afectados por saber cuanto antes
cómo quedarán los distintos cultivos para poder hacer una declaración
que entraña cierta complejidad formal. Por ello, esta información
debería conocerse en el inicio de la campaña, no un mes después.