Una imagen de un Mercado de Abastos. Foto: Junta de Andalucía. |
El Consejo de Gobierno ha conocido un informe de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo
Sostenible sobre la primera convocatoria de ayudas que se pone a
disposición del sector en Andalucía para apoyar proyectos de cooperación
dirigidos al desarrollo de cadenas cortas de distribución; es decir,
aquellas en las que no interviene más de un intermediario entre productor
(primario o transformador) y consumidor.
También se respalda la puesta en marcha de mercados
locales, considerados como tal aquellos que comercializan productos cuyas
explotaciones de origen se encuentran en un radio de 150 kilómetros o menos de
las instalaciones en las que se lleva a cabo el proceso de transformación y
venta de los alimentos.
Además, las ayudas apoyan igualmente la organización de
actividades de promoción comercial ligadas a estas iniciativas. Entre los
conceptos subvencionables se encuentra la contratación de servicios para
realizar estudios de la zona donde se desarrollarían las cadenas y mercados,
así como de su viabilidad, y también para la elaboración de un plan empresarial
asociado a estas actuaciones. Del mismo modo, los incentivos se destinan a
cubrir costes derivados del funcionamiento de las actividades de cooperación o
de las actividades de promoción en sí, entre otras cuestiones.
El 9 de octubre, la Consejería de Agricultura abrió un plazo
de dos meses (hasta el 9 de diciembre) para la presentación de las solicitudes
por parte de los agentes de la cadena (productores, industrias agroalimentarias
y comercializadoras o distribuidoras) y entidades del sector agrario
interesados en acceder a esas ayudas cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y la
Junta de Andalucía.
El presupuesto total de 2019 asciende a 2,2 millones de
euros y la cuantía máxima por ayuda llega al 80% de los costes
subvencionables, sin superar los 50.000 euros por proyecto de cooperación y
convocatoria.
El objetivo principal de esta medida, que por primera vez
pone en marcha el Gobierno andaluz, es conseguir un mayor valor añadido y
margen sobre el producto, aprovechando la oportunidad que suponen los
canales cortos y mercados locales para reducir los intermediarios de la cadena.
Además, estas iniciativas contribuyen también a potenciar la dimensión y
concentración del sector al fomentar la cooperación de las entidades agrarias,
reforzar la relación de los agentes agroalimentarios con el medio rural y
generar nuevos nichos de empleo en estas zonas.
A estas posibilidades para el sector se suma el hecho de que
las actividades promocionales permiten visualizar y transmitir a los
ciudadanos los elementos diferenciales de las producciones agroalimentarias
andaluzas, ya que facilitan la comunicación directa entre consumidores y
productores.
Esta línea de apoyo de la Junta de Andalucía responde a una
demanda actual de construir nuevas relaciones entre la agricultura y la
sociedad, entre lo rural y lo urbano, así como de promover sistemas
agrarios sostenibles. Así, se destaca la contribución de los canales cortos
y mercados locales a la reducción del uso de combustibles fósiles, es decir, de
la huella de carbono de los alimentos.