Los consumidores están indignados con la subida de la luz. Foto: FACUA. |
El recibo de la luz del usuario medio ha sufrido una subida
mensual del 4,8% en octubre, aunque sigue más bajo que hace un año, según el
análisis de FACUA-Consumidores en Acción. Así, la factura del mes pasado con la
tarifa semirregulada PVPC se situará en 70,08 euros, frente a los 66,87 euros
de septiembre.
El importe de la factura eléctrica para un usuario medio se
ha situado en 79,79 euros en enero, 75,37 en febrero, 72,39 en marzo, 73,09 en
abril, 70,97 en mayo, 69,62 en junio, 71,82 en julio, 68,64 en agosto, 66,87 en
septiembre y 70,08 en octubre.
El recibo medio en lo que va de año se sitúa en 72,11 euros,
un 5,8% por debajo de los 76,58 euros del periodo enero-octubre de 2018. En los
primeros diez meses de 2017, la factura del usuario medio se situó en 74,63. En
el mismo periodo de 2016, en 65,90 euros.
FACUA realiza sus análisis tomando como referencia las
tarifas semirreguladas (PVPC) aplicadas en hogares con contadores no adecuados
a la telegestión. En cuanto a su perfil de usuario medio, según un estudio de
la asociación sobre decenas de miles de facturas de viviendas ocupadas éste
consume 366 kWh mensuales y tiene una potencia contratada de 4,4 kW.
FACUA critica que los beneficios de las grandes eléctricas
siguen disparados gracias a la pasividad del Gobierno ante sus infladas
tarifas. La asociación reclama medidas contundentes para abaratar la factura
eléctrica que sufren los usuarios. FACUA demanda la intervención del sector, de
manera que sea el Ejecutivo el que fije periódicamente los precios sobre la
base del coste real de la producción energética y se deje de depender de una
subasta que facilita la especulación por parte de las grandes eléctricas.
La principal medida propuesta por FACUA es la creación de
una tarifa totalmente regulada para todas las familias que no superen los 10 kW
de potencia contratada y determinados límites de consumo. El análisis realizado
por el equipo jurídico de la asociación pone de manifiesto que con el debido
desarrollo normativo, esta fórmula no implicaría contradicciones con la
legislación comunitaria. Los desproporcionados precios de la luz, la ausencia
de competencia en el sector y la situación económica de las familias españolas
justifican el establecimiento de una tarifa fijada por el Gobierno para
proteger a los consumidores.
La bajada del IVA de la electricidad es otra de las demandas
de la asociación. Bajarlo al 4% habría ahorrado al usuario medio 130 euros el
año pasado. Antes de impuestos, este usuario pagó 728,15 euros. El IVA del 21%
vigente en la actualidad y el impuesto sobre la electricidad suman un 27,19% de
incremento en la factura, situándola en 926,16 euros en 2018. Con el IVA al 4%,
la suma de los impuestos indirectos representaría el 9,32%, con lo que la
cuantía habría bajado a 796,01 euros.
FACUA también reclama cambios de calado en el bono social,
tras los rotundos fracasos que han supuesto los modelos aprobados durante las
legislaturas de Zapatero, Rajoy y Sánchez. En la actualidad, el bono sigue sin garantizar descuentos
significativos para la inmensa mayoría de beneficiarios y mantiene unos niveles
de renta excesivamente bajos para acceder a él -salvo a las familias numerosas,
que pueden beneficiarse todas-.