Hay que tener cuidado con las altas temperaturas Foto: Pixabay. |
La Consejería de Salud y Familias ha activado, desde el 1 de junio y
hasta el próximo 15 de septiembre, el Plan Andaluz de Prevención de los
Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, dirigido
especialmente a la población más vulnerable, como son los mayores de 65
años, pacientes crónicos, personas con trastorno mental grave, menores
de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan
actividad física expuestas al sol. En el caso de los mayores, se
prestará una especial atención tanto a los que viven en sus domicilios
como a las residencias de ancianos.
En este Plan, aprobado en Consejo de Gobierno, también intervienen la
Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, la
Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, el Servicio
Andaluz de Salud y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
El objetivo principal de dicho plan es reducir el impacto sobre la
salud de la población de las temperaturas extremas propias del periodo
estival. Para ello se establece un sistema de coordinación e intercambio
de información entre las administraciones implicadas (central,
autonómica y local), centrando esfuerzos preventivos en poblaciones con
riesgo de morbilidad y mortalidad y estableciendo un seguimiento
personalizado con los recursos ya existentes.
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su
mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo
estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de
alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal,
obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que
tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al
calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos). También
se incluyen personas con trastorno mental grave y niños menores de 4
años, especialmente lactantes.
De igual manera, se considera que debe prestarse especial atención a
los ámbitos domiciliarios de personas mayores, a residencias de ancianos
y a las áreas con alta marginalidad. Para ello se cuenta con los
distintos programas puestos en marcha en estos ámbitos por los distintos
organismos competentes que participan en el plan.
Con los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)
todos los días, la Consejería de Salud y Familias, a través de la
Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica,
determinará la previsión de las temperaturas máximas y mínimas para los
cinco días siguientes, de forma que definirá los niveles de alerta en
cada provincia, que son verde (si los umbrales máximos y mínimos no se
van a superar en varios días), amarillo (si se van a superar en uno o
dos días), naranja (si se van a sobrepasar en tres o cuatro días) o rojo
(si las altas temperaturas se prevén para cinco días).
Desde los centros de Atención Primaria, gracias a las enfermeras
gestoras de casos y enfermeras de familia, se ofrece información a la
población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de
riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que
realiza Salud Responde.
Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar
los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos
para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas.
Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a
pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.