Una muestra de estos antibióticos. Foto: Junta de Andalucía. |
Andalucía ha logrado reducir un 17% el uso de antibióticos en centros de salud y un 15,8% en hospitales, desde la implantación en 2014 del Programa
Integral de Prevención, Control de las Infecciones relacionadas con la
Asistencia Sanitaria y uso apropiado de los Antimicrobianos (PIRASOA). Así lo ha dado a conocer la consejera de Salud,
Marina Álvarez, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada
por el impulsor y coordinador de este programa, José Miguel Cisneros, y
los presidentes de los consejos andaluces de los colegios oficiales de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas, Juan Antonio Repetto, Antonio Mingorance y Luis Cáceres, respectivamente.
En palabras de la titular de Salud, iniciativas como el
Programa PIRASOA son de especial relevancia, sobre todo teniendo en
cuenta que España es el país con mayor consumo de antibióticos en el
mundo y uno de los primeros en número de infecciones causadas por
bacterias resistentes, dos elementos estrechamente relacionados que
condicionan el éxito del tratamiento necesario para los pacientes.
Con el Programa PIRASOA, según la consejera, se ha
conseguido tanto reducir el uso de antibióticos en los centros de salud y
hospitales andaluces, como también contener y reducir el incremento de
infecciones por bacterias multirresistentes dentro y fuera del hospital,
con la implicación del equipo del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA).
Para Álvarez, la reducción del consumo refleja una optimización del
tratamiento antibiótico, que ha venido acompañada de la mejora en el
perfil de prescripción que se realiza. Así, los profesionales están
prescribiendo menos antimicrobianos con mayor impacto ecológico y
considerados "estratégicos" y están eligiendo otros más eficaces y de
menor impacto ecológico.
Asimismo, el uso racional de este grupo de fármacos en los centros de salud y hospitales supone también una medida de ahorro, eficiencia y sostenibilidad, pues ha contribuido a la reducción del gasto en 7,8 millones de euros
en los últimos cuatro años. Concretamente, ha supuesto una reducción de
5,1 millones de euros en atención primaria y de 2,7 millones de euros
en hospitales.