miércoles, 27 de diciembre de 2017

COAG-Jaén pide una rebaja fiscal para el olivar debido a la severa sequía.

Campos de olivar en Lopera. Foto: Antonio Marín.
COAG-Jaén ha hecho un balance del año agrario y ganadero en la provincia de Jaén, en un 2017 que está a punto de finalizar. A lo largo de los últimos doce meses, ha habido luces  y sombras en el sector que cierra con la publicación de los beneficiarios de las ayudas a jóvenes agricultores correspondientes a 2016, que se suman a las ayudas a modernización que también se han resuelto provisionalmente durante este año y que esperemos que sean de forma definitivamente lo antes posible. Desde COAG-Jaén se ha encabezado una lucha  intensa con las administraciones para lograr que los agricultores obtengan ayudas para poder incorporarse a la actividad agraria, además de modernizar sus explotaciones agrarias.
2017 ha sido el año en el que hemos dicho ¡basta! al problema del uso de los quads agrícolas en las labores agrarias. Un problema sobre el que llevamos trabajando más de un lustro, pero en el que nos hemos implicado especialmente este año porque no podemos esperar más. Tanto ha sido así que organizamos, junto al resto de organizaciones agrarias y cooperativas de la provincia, una manifestación con la que sacamos los quads por las calles de Jaén para pedir una solución. Es una herramienta realmente útil para los trabajos agrarios y no vamos a parar hasta conseguir una resolución convincente. En 2018 no vamos a cesar en nuestro empeño y continuaremos en esta misma línea de reivindicación.

Sector oleícola.

En el sector del olivar, hemos de resaltar que ha sido un año en el que se consolida la recuperación de precios y donde hemos incrementado el consumo a nivel mundial con precios por encima de los costes de producción. Son precios, en torno a los 3,5 euros por kilo en origen, que resultan rentables para el olivarero. Al mismo tiempo, el consumo del aceite de oliva no se ha resentido pese al alza de precios y la campaña de comercialización ha sido excelente. “Ello demuestra –cuenta el secretario general de COAG-Jaén, Juan Luis Ávila- que es posible un sector rentable, con precios que cubran los costes de producción y con buenas salidas al mercado”. “No existe, en ningún caso, problemas de superproducción, sino que lo realmente importante es regular este sector para que no se vuelvan a registrar precios tan bajos como los de hace años”.
Frente a los buenos precios del último año, el sector oleícola se encuentra acechado por un mal de gran envergadura, como es la sequía. Afecta principalmente al olivar de secano y de riegos precarios. Ya ha pasado factura a la actual campaña, con unas previsiones en el aforo bajas. Pero el sector se encuentra ya preocupado incluso por la siguiente campaña, ya que el déficit hídrico también podría afectar seriamente a su producción.
Por ello, para que el agricultor pueda hacer frente a la escasez de lluvia, COAG-Jaén solicita que se pongan en marcha de forma inmediata el paquete de medidas que habitualmente se activa en el caso de sequía. Entre las más básicas, se encuentra la reducción fiscal del sector del olivar para la próxima declaración de la Renta, de forma que este se encuentre acorde a la rentabilidad real del cultivo del olivo.

Regulación del mercado.

            Por otro lado, consideramos que 2018 será un año muy importante para trabajar en la autorregulación del mercado. “Estamos en un buen momento para demandar esta medida tan necesaria para el sector. Una medida que se revela cada vez más necesario para que este sector no esté sometido a constantes vaivenes en los precios”, aclara Juan Luis Ávila.
La necesidad de una autorregulación del mercado en el sector del aceite de oliva es una de las ideas por las que más está apostando en los últimos años esta Coordinadora. Según Ávila, “es necesario abordar ya una autorregulación  que viene exigiendo desde hace años el Parlamento Europeo y que es por donde parece que políticamente se están posicionando en Bruselas los distintos estados, a pesar de los planteamientos de la Comisión”. Sin embargo, advierte que no se deben poner en marcha herramientas que no sean útiles para el sector porque incluso podría ser contraproducente.
Las herramientas de regulación de mercado deben acordarse en el marco de la Interprofesional del Aceite de Oliva, ya que se trata del único ente en el que está incluido todo el sector del aceite de oliva, por lo que es el marco –a juicio de Ávila- idóneo para que se tomen este tipo de decisiones y mediante una extensión de norma que obligue al sector a su cumplimiento.

Algodón.

En cuanto a la campaña de algodón, estamos ante campaña con sabor agridulce, ya que a los buenos resultados obtenidos,  hay que sumarle la preocupación por la campaña venidera, la ausencia de lluvias hace que peligre el cultivo para la campaña 2018. En caso de que no se pueda llevar a cabo la siembra en algunas zonas, pediremos las excepcionales que nos permite la normativa llevar a cabo.
Para la campaña de 2017, pese a la sequía, los datos no han sido muy negativos. El cultivo se desarrolló sin problema fenológicos y las plagas lo han respetado. El resultado fue una campaña muy tranquila desde el punto de vista fitosanitario y con unas producciones más altas que años atrás, con una media de 3.000 kg / ha. Como contrapartida, esta campaña se ha vuelto a repetir la tónica de precios bajos de fibra de algodón. A pesar de que al principio de campaña el precio de la fibra  iba al alza, finalmente se ha liquidado la fibra con precios incluso más bajos que el año pasado.

Ganadería.

La ganadería también se está viendo muy afectada por la sequía, principalmente la extensiva trashumante. Por ello, es fundamental que se pongan en marcha medidas para paliar problemas de sequía. En este año también se ha producido un avance muy importante con los ganaderos extensivos ecológicos en lo que a gestión y cobro de ayudas se refiere.

Apicultura.

En lo que respecta al sector apícola, frente a una campaña de otoño prácticamente anecdótica, la de verano fue mejor de la esperada, con una producción media, pese a la sequía. La producción fue de unas 210 toneladas de miel obtenidas en la provincia y una media de entre cinco o seis kilos por colmena, teniendo en cuenta que existen unas 38.000 actualmente en Jaén.  Además, las perspectivas son positivas de cara al año que viene, ya que las colmenas presentan un buen aspecto.

Infraestructuras hidráulicas.

De la misma forma, confiamos en que 2018 sea el año en el que se ponga en marcha definitivamente en uso la presa de Siles, con la construcción de las canalizaciones necesarias para que el agua llegue a las explotaciones agrarias. Es necesario encontrar una salida al actual bloqueo que existe entre las administraciones nacional y regional, con el fin de que se construyan las conducciones de la presa y que el agua pueda llegar a los cultivos.
También esperamos que la Balsa del Cadimo esté definitivamente operativa en 2018 y pueda solventar parte de los problemas que tienen casi 15.000 hectáreas olivar de regadío dependientes del río Guadalbullón. En este contexto, es fundamental contar con la opinión de las comunidades de regantes para que el funcionamiento sea el correcto.