Un vehículo circula por la travesía de Lopera. Foto: Antonio Marín. |
El año pasado se produjeron en España 102.299 accidentes de
tráfico con víctimas, en los que perdieron la vida 1.806 personas y otras 138.609
resultaron heridas, de las cuales 8.935 requirieron ingreso hospitalario.
Estas cifras han sido presentadas hoy por el director
general de tráfico, Pere Navarro, haciéndolas coincidir con el cambio de
quincena en la que miles de ciudadanos comienzan sus vacaciones estivales y
optan por el vehículo para sus desplazamientos.
Los datos presentados son cifras consolidadas a 30 días y
por tanto definitivos de la accidentalidad vial en España, en los que se
incluyen los siniestros ocurridos en 2018 tanto en vías interurbanas como en
vías urbanas.
Navarro ha destacado que “es cierto que se han producido 24 fallecidos menos que el año anterior,
pero son muy pocos, de ahí que tengamos que seguir implementando medidas que
verdaderamente supongan un freno a la accidentalidad y esos esfuerzos hay que
centrarlos en las carreteras convencionales, velocidad, distracciones y mayores”.
Esta leve bajada se
produce en un año en el que han aumentado un 1,9% los desplazamientos de largo
recorrido, llegando a 416,4 millones de movimientos, han aumentado un 7% las
matriculaciones de vehículos, situando el parque automovilístico en 35.188.690
vehículos y ha aumentado también un 23% la expedición de permisos de conducir,
situando el censo de conductores en 26.853.754.
Con estos datos, España tiene una tasa de 39 fallecidos por
millón de habitantes, junto a Alemania, y solo por detrás de Reino Unido (28),
Dinamarca (30), Irlanda (30), Suecia (32) y Países Bajos (34), países todos
ellos que no reciben 80 millones de turistas cada año y que no tienen 5,2 millones de motocicletas. La
tasa media de fallecidos por millón de habitantes de la UE se sitúa en 49.